NUESTRA GENTE

Un talaverano en los altares: el beato Estanislao de Jesús

Redacción La Voz del Tajo | Lunes 26 de octubre de 2015

Este domingo, 25 de octubre, la ciudad de Talavera reconoció a uno de sus hijos predilectos, el único nacido en la Ciudad de la Cerámica que, a día de hoy, ha llegado a los altares. Se trata del beato Estanislao de Jesús Peña Ojea, de la orden de los Hospitalarios de San Juan de Dios. La Orden ha regalado un cuadro pintado por Luis Ruiz Rodríguez, profesor de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de Granada, que se entregó a la parroquia de Santiago Apóstol, donde el mártir fue bautizado.

Con tal motivo se celebró la Santa Misa en el día que los Hospitalarios recuerdan a los 95 mártires que fueron sacrificados en los días de la persecución religiosa en los meses de julio y agosto de 1936, grupo al que pertenece el beato de Talavera.

Presidió la eucaristía el postulador para las Causas de los mártires, don Jorge López Teulón. Junto a él concelebraron los párrocos de Santiago y de Santa María la Mayor, don Francisco Marrupe y don Daniel León Ramos, respectivamente (que además son patronos de la Fundación San Prudencio), también don Álvaro González, coadjutor de San Juan de Ávila, emparentado con el santo y don Pedro Hernández de los Ríos, coadjutor de Santiago.

Por parte de los Hermanos de San Juan de Dios asistieron el Hermano Gabriel García, de la Comunidad de Ciempozuelos (Madrid) y el Hermano Diego González, de la Comunidad de San Juan de Dios del Aljarafe (Bormujos, Sevilla). También las Hijas de la Caridad, puesto que el beato, al quedar pronto huérfano de padre, pasó a ser alumno del Asilo de San Prudencio. Asistió una representación de los Antiguos Alumnos de San Prudencio.

Por lo mismo, acudió el Sr. Alcalde, don Jaime Ramos, junto a la teniente de Alcalde, María Rodríguez. El Alcalde de Talavera es uno de los patronos de la Fundación San Prudencio, junto a los párrocos de Santa María la Mayor y Santiago Apóstol.

La preparación de la Santa Misa corrió a cargo de don José María López y don Felipe González Peña, emparentado éste con el mártir. También acudieron varios familiares más del beato.

Por la tarde, don Álvaro González presidió la Santa Misa en la Basílica de Nuestra Señora de El Prado, para que hijo tan predilecto visitase a la Madre a la que numerosas confidencias traería, en tantas ocasiones, hasta ese templo como buen talaverano que era. El Prado conserva una muy buena talla de San Juan de Dios, y en las cerámicas exteriores de la puerta principal se encuentra el escudo de la granada de los Hermanos de San Juan de Dios.

BIOGRAFÍA. Isidro Valentín Peña Ojea, nacido en Talavera de la Reina, el 4 de abril de 1907. Fue bautizado en la parroquia de Santiago Apóstol el 7 de abril de 1907 (según consta en el Libro de Bautismo nº 19 - folio 113, nº 96). Su padre se llamaba Francisco y era natural de Montearagón. Su madre se llamaba Jacinta y era natural de Almendral de la Cañada. Siendo el más pequeño de diez hermanos a la muerte de su padre pasó a ser alumno del Asilo de San Prudencio para huérfanos.

Luego decidió entrar en la Orden de Hospitalarios de San Juan de Dios.

Isidro Valentín ingresó en la Orden (noviembre 1924) pero tuvo que salirse para cumplir el servicio militar. Su segunda etapa como hospitalario la inició a los seis meses de su salida en que se incorporó (noviembre 1932) durante una breve temporada al Sanatorio Psiquiátrico de Santa Águeda de Guipúzcoa, de donde pasó a la casa de noviciado de Carabanchel Alto. Al tomar nuevamente el hábito recibió el nombre de Fray Estanislao de Jesús, dando principio al noviciado en junio de 1933 y emitió la profesión temporal el 8 de junio de 1934. Tras una breve estancia en Ciempozuelos, se incorporó a la comunidad de Málaga, donde el Señor le otorgaría la corona del martirio.

Al ofrecimiento del superior de que los religiosos podían salir del sanatorio hasta que pasasen esos momentos críticos y se normalizasen las cosas, el siervo de Dios, al igual que los otros miembros de la comunidad, manifestó su voluntad de continuar en su misión hospitalaria. Su disposición personal de fe y de hospitalidad estaba en una línea de fidelidad a Dios y a su vocación hasta la muerte: “Me quedo junto a los enfermos, pase lo que pase, y quiero correr la misma suerte...”.

Así, el 17 de agosto de 1936 por la tarde, vistiendo todavía Fray Estanislao la bata de enfermero, fue detenido “entre insultos” y con los demás Hermanos montado en los coches y llevado junto a las tapias del cementerio san Rafael. Murió mártir de Cristo y de la hospitalidad a la edad de 29 años y 10 de profesión religiosa. Sus restos reposan en la capilla del Santísimo de la Agonía, en la Catedral de Málaga.


Noticias relacionadas