Después de que durante semanas o meses los patos que llenaban de vida el estanque de los patos de los Jardines del Prado sufrieran, de forma reiterada, las agresiones de perros que terminaban con sus vidas y que supusieron la retirada temporal de estas aves, ahora es el mobiliario urbano de la misma el que está siendo objetivo del vandalismo de algunos incívicos.
El propio alcalde de Talavera, Jaime Ramos, se hacía eco en las redes sociales de una fotografía que muestra una de las gárgolas (que se asemeja a algún tipo de pez) rota de forma parcial con los trozos de cerámica esparcidos alrededor de esta escultural. La explicación, un nuevo destrozo gratuito del mobiliario urbano y del patrimonio de la Ciudad de la Cerámica.
Pero éste no es el único elemento ornamental que se ha visto deteriorado por las manos de ciudadanos, ya que hay azulejos, bolardos y otras piezas cerámicas que también están fragmentadas parcialmente o han sido sustraídas.