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‘La política ha cambiado la vida de mi familia y noto la falta de Gonzalo’

(Foto: Carlos Granda.).

Destacado | HABLA PILAR CLAVERO, VIUDA DE GONZALO LAGO, NOSTÁLGICA

La esposa del que fuera alcalde de Talavera entre los años 2011 y 2014 nos desvela cuáles eran los proyectos de su marido, la situación tras su desaparición y la polémica sobre su puesto de trabajo.

Alberto Retana | Miércoles 26 de agosto de 2015
Poco más de un año ha pasado ya del fallecimiento de Gonzalo Lago Viguera, alcalde de Talavera entre los años 2011 y 2014, al que una fatídica enfermedad le privó de cumplir su sueño por culminar su primera legislatura al frente del Ayuntamiento de su ciudad, Talavera de la Reina. En estos días, más que amargos en la vida de su familia, hemos tenido la posibilidad de entrevistar a su esposa, Pilar Clavero, que nos relata la situación actual, más que complicada ante la falta de su sostén fundamental.
Repasa la viuda de Gonzalo Lago las vicisitudes que compartió con su marido antes y durante su mandato municipal, así como este primer año sin él. Comparte con nosotros muchas de las circunstancias que ellos dos vivieron y gran cantidad de detalles acerca de las gestiones que se quedaron encima de mesa. Cuenta Pilar Clavero cómo vive ahora el día a día, cómo vivió la polémica que le rodeó con su nombramiento en Diputación o cuáles son las claves del futuro de Talavera de la Reina, su ciudad y la de sus hijos.


Cuéntame cómo está Pilar Clavero.
Regular, con nada más que problemas.

¿Nada más que regular?
Nada más que regular, con muchos problemas. Intentando sacan adelante a mis hijos.

A raíz de la falta de tu marido, Pilar ¿has notado el cariño sus antiguos compañeros del Partido Popular, de la gente de la calle, o no?
He notado el cariño de la gente de la calle, de cierta gente del Partido también, pero principalmente de la calle y sus amigos.

Has sido la confidente más cercana del alcalde de Talavera entre los años 2011 y 2014. ¿A Gonzalo Lago le quedaron cosas por hacer?
Muchas. De hecho cuando le diagnostican el cáncer y le dicen que le quedan aproximadamente seis meses de vida, él pide a sus amigos médicos que le mantengan con vida porque quiere terminar la legislatura. Nunca ha dejado ningún trabajo sin acabar.

Me gustaría saber ¿qué es lo que crees tú que diría Gonzalo sobre la situación actual de Talavera, cómo la vería?
Yo creo que si hubiera seguido vivo y hubiera conseguido ser alcalde, que no lo dudo... Él tenía su plan para revitalizar Talavera. Le quedaban muchas cosas que había comenzado y que tenía que acabar. Le preocupaba el regadío, el agua, sectores donde Talavera estaba fuerte... el comercio, la cerámica, la ganadería, el Tajo...

Pero ¿qué era lo que más le preocupaba, cuál era su mayor anhelo?
Su mayor anhelo era que Talavera despegara. Que fuera una ciudad donde sus hijos y los de los demás se pudieran quedar. Estamos dando una formación a nuestros hijos, hay muchos universitarios y gente bien formada para los que sus padres han hecho un gran sacrificio y no tienen empleo. No hay trabajo de calidad y eso es lo que él quería. Que las empresas vinieran, que los universitarios trabajasen y que Talavera despegase.

¿Cuál es el mayor problema para hacer eso, cuál es la mayor dificiltad que te dijo Gonzalo que se encontró?
Yo creo que el principal problema que se encontró fue la situación económica, tanto del Ayuntamiento como de la Junta.

¿Te dijo alguna vez tu marido cómo veía o intuía el futuro de Talavera? ¿Cómo se planteaba el futuro de la ciudad?
Él sabía que Talavera tiene posibilidades. Había gente que daba a Talavera por desahuciada, como aorillada, incluso en las propias filas del PP. Quizá la ciudad estaba atónica, dormida... pero él sabía que había futuro. Pero hay gente, por ejemplo en el sector textil, a la que se puede recuperar y era lo que él intentaba. Habló con ellos para ver cómo se podía solucionar el problema y había posibilidades. Evidentemente eso lo tenían que hacer ellos pero las cuestiones en China estaban cambiando. Hacer un pantalón ya no era tan barato. Sabía que hay talleres que estaban en funcionamiento, muy pocos, pero algunos montados y él quería revitalizar eso. Quería revitalizar esta zona a nivel industrial.

¿Te comentó concretamente algún proyecto, algún detalle? ¿No sé, algo hacia donde apuntara sus ideas?
Él tenía unos cuadernos, él hizo un programa de gobierno, donde apuntaba sus proyectos. En casa le llamábamos ‘El Libro Gordo de Petete’, libro que tenemos sus hijos y yo. Principalmente el agua, el regadío, que se modernizara el regadío. Talavera no ha dejado de ser una zona regable desde que llegó la colonización.

Además, Talavera tiene una huerta rica...
Sí, tiene huerta rica. Date cuenta que hasta que llega colonización y el canal Bajo del Alberche y toda la zona regable, zonas como Palomarejos eran un olivar. Aquí lo que imperaba era el secano. Eso fue una revolución que se estaba perdiendo. Sé que había un proyecto por lo que yo le oí, para poder regar y la instalación de una determinada planta que dedicada al biocombustible. Era una cuestión pendiente. Por eso necesitaba que el regadío se modernizara. Él lo que quería era que llegara agua limpia al Alberche de cualquier punto, le daba igual, más arriba, más abajo...

Aparte del sector agropecuario del que me has hablado, ¿había alguna idea más que le quitara el sueño?
El empleo. Era su caballo de batalla. Sabía que era una situación complicada y que los empleos lo tenían que hacer los empresarios. Había que atraer empresas porque era la única posibilidad... Y otro deseo era que el Hospital tuviera un servicio de cirujía vascular, algo muy importante para él como médico y alcalde.

¿También le preocupaba el nodo?
El nodo, el textil, la agricultura, UNIPROCA que ahora mismo es puntera. Sobre todo empresas que generen empleo cualificado.

Para poner en marcha el nodo concretamente, ¿él ya tenía contactos avanzados?
El nodo era principal y el suelo industrial. Él habló con SEPES para ver de qué manera se podía liberalizar ese suelo industrial del que carece Talavera. Hay una cantidad de metros que los tiene SEPES y parece complicado de recuperar después de que José Francisco Rivas los cediese. Él los quería para tener suelo industrial y que viniesen empresas. Yo sé que se contactó con empresas pero el problema era no tener ese suelo para que viniesen. De hecho, había un proyecto de una multinacional muy muy gustosa que hubiese generado mucha actividad y el problema era el suelo industrial. Yo creo que si hubiera seguido vivo, hubiese venido.

¿Puesdes decirme si dejó enemigos Gonzalo Lago?
Yo creo que en política siempre hay alguien descontento que pueda tener algún tipo de reproche. Dejó más amigos que enemigos.

¿Y dejó amigos?
Yo creo que sí. Hubo mucha gente que le conoció a traves de la política, que creo que vieron la calidad humana y el esfuerzo. Que había sacrificado a su familia por el bien de los demás.

¿Y a través de la medicina también...?
Muchos.

Precisamente a raíz de lo que me estabas comentando ¿la política ha cambiado la vida de tu familia?
Muchísimo.

¿Radicalmente?
Totalmente.

¿Hay un antes y un después de la entrada en la vida política de Gonzalo Lago?
Totalmente. Es como si hubieras dado la vuelta a un calcetín.

Gonzalo era un bastión principal, junto contigo, en vuestra familia ¿cómo es la situación ahora?
Muy complicada, muy complicada.

En ese sentido quiero preguntarte algo que no sé si querrás contestar. Tu contratación en Diputación fue muy comentada. Levantó polémica ¿cómo lo viviste?
Yo creo que mi contratación, la polémica sobre mi puesto de trabajo –que tengo que decir que era un puesto político– yo sabía que levantaría polémica. A día de hoy estoy cesada. Pero era una forma de cargarse a Gonzalo por parte de mucha gente. De hecho un periodista con una columna... también hubo vecinos... que querían cargárselo en vida antes que sus células se volvieran locas y se lo cargase su propio cuerpo. Eso fue para mí muy duro, de auténtica desesperación. Cuando la sociedad se vuelve en tu contra y te rechaza... yo no entendí nada, polémica en las redes sociales... cuando yo no hice nada. Yo he procurado mantenerme siempre en un..., no te voy a decir ni siquiera en un tercer o cuarto plano, yo lo único que tenía era de puertas para dentro de mi casa. No entendí ese acoso, meses tras meses incluso después, ya con mi puesto de asesora, que se me midió extremadamente. Yo no entendía nada. En el momento que tuve noticias de lo que se estaba cociendo durante todo el verano, yo estaba en mi casa de Segurilla, que es donde pasamos esta época. Cuando yo me enteré el 27 de agosto, le dije ‘dimito, van a por ti’.

¿Planteaste tu renuncia?
Sí, yo planteé mi renuncia. Llamé al presidente de la Diputación y le planteé mi renuncia. No quería crear problemas a nadie y si iba a generar un problema al Partido y principalmente a él, a mi marido, que era a por quien se iba... Y así fue, renuncié.

Cambiamos de asunto y te pregunto algo más banal ¿a tus hijos o a ti os ha picado el gusanillo de la política?
A mis hijos no. Mi hijo ha ido en esa última lista a las Municipales porque si hubiese estado vivo mi marido le hubiese dicho que fuera. Mi marido está en política por María Dolores Cospedal y sé que le hubiera gustado que si se lo hubiesen ofrecido, fuera. Por eso mi hijo fue por ella y por mi marido. A mí, tengo que reconocer –y que no le quepa duda a nadie– que llevo en política mucho tiempo, en un plano secundario y terciario. Yo iba, como mi hijo, en el número 25 en las primeras elecciones que se celebraron. Mi padre fue número 17 y llegó a ser, en un determinado momento, concejal por UCD. A mí la política siempre me ha atraído y no lo voy a negar... De hecho cuando Gonzalo se mete en política hay muchas voces que dicen que soy yo quien le mete en política y no es cierto. Jamás he influido en mi marido, él tomó siempre sus decisiones. Fue suya y no hubo más.

Antes me has dicho que la política ha cambiado la vida de tu familia ¿ha cambiado económicamente también con el Ayuntamiento?
Mucho. Gonzalo perdió mucho dinero. Gonzalo era un profesional de la Medicina y el sueldo en política no es grande. En Talavera no eran grandes sueldos. Él sacrificó el bienestar de su familia por levantar Talavera. Era un hombre de servicio, lo ha demostrado en su profesión. Y después de su angina de pecho creyó que era el momento de hacelo de otra manera.

Creo que tienes una anécdota al principio de la Legislatura, no sé si la quieres contar. A nivel económico...
Yo recuerdo que estaba en ese pleno y se preguntaba sobre la situación económica de Talavera, que no tenía deudas. Pero cuando Gonzalo llegó al Ayuntamiento, a los 15 días me llamó por teléfono y me dijo que mirara el dinero que teníamos en el banco, por si podíamos aguantar tres meses. Me resultó extraño porque siempre he llevado yo las cuentas. Le dije que dos meses sí y me dijo que no tenía dinero pagar pagar a a los funcionarios, ‘me preocupan las familias, tienen que cobrar y no sé de dónde. Tengo que pagarles y si no tengo que cobrar no cobro el sueldo el tiempo que sea necesario’. Y por supuesto, los concejales tanto del Gobierno como de la oposición tampoco iban a cobrar. Se intentó negociar con varios bancos que se negaron a facilitar financiación al Ayuntamiento. Y fue María Dolores quien, personalmente, se puso del lado de Gonzalo y le tendió su mano para que la situación se recondujera. Gracias a ella se solucionó el problema y se evitó el ERE en el Consistorio.

Tengo dos preguntas más. Una en relación a algo que hemos hablado antes ¿Tú, personalmente, tienes algún enemigo, alguna rencilla?
Yo puedo caer bien o mal a mucha gente, pero creo que cuando se me conoce la gente puede cambiar su idea sobre mí. Hay mucha literatura. Hubo un momento que se me llamaba la 'Hillary Clinton'. Y ni Hillary Clinton, ni nada de nada.

¿Es mejor conocerte de cerca?
Yo creo que sí.

Terminamos, si te parece, y quiero que me cuentes ¿qué se llevó como mayor satisfacción Gonzalo Lago?
El cariño de la gente. Yo cuando vi los pésames que se firmaron (lo cuenta entre lágrimas), hubo uno que me dió mucha impresión, porque alguien le agradecía que hubiera salvado la vida de su hija, y que su hija estaba en este mundo precisamente por él. Creo que hizo muchísima labor en Medicina, sobre todo fue un médico cercano. Lo que quiso ser en política, una persona normal. Ni subido ni bajado, normal. Porque ejercer política es una cuestión de servicio, algo normal. En Medicina ya lo había hecho casi todo y quería ayudar, por eso se metió en política. A él no le hubiera importado poder compaginar la Medicina con la política pero no era posible y decidió ayudar a la gente de otra manera.

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