A cuenta de...

Entre cuentas andamos en las instituciones que acaban de estrenar, hace en torno a un mes, nuevo gobierno.

La verdad es que el desencuentro que se aventuró a través de los medios de comunicación tras el descalabro socialista se ha ido agravando día tras día y mientras los populares escudan cualquier acción de futuro en la situación económica de las arcas municipales, provinciales y regionales, los del PSOE guardan silencio y tan sólo salen a la palestra para intentar empujar a sus ‘contrarios’ a comenzar el arduo trabajo de gobierno que tienen por delante.

Los días, efectivamente, pasan y las muy nombradas Ferias de San Isidro, allá por mediados-finales de septiembre serán las fechas más polémicas de los últimos tiempos o al menos así se me antojan a la vista de las situaciones planteadas en campaña y tras las elecciones de mayo. En esa época, si la crisis no ha menguado considerablemente, la ciudadanía esperará resultados de los gobernantes actuales para solucionar sus problemas. Los deberes, pues, deben hacerse ahora para que al principio del curso escolar no llegue ese compañero malo de la clase y nos ‘dé para el pelo’.

De cualquier forma, me da la impresión que la poca posibilidad de reactivación de nuestra economía con siquiera una leve ilusión por cambiar de situación pasa por la convocatoria de elecciones generales para el mes de noviembre. Algo que proporcionará más tregua a los gobiernos municipales y regionales a cuenta de las promesas que Rajoy y Rubalcaba nos hagan desde sus púlpitos de campaña, con lo que se podrá seguir bregando silenciosamente en los Ayuntamientos y Autonomías para encontrar ese bálsamo de Fierabrás que nos cure de tanto como penamos en este valle de lágrimas.

Porque Zapatero, y aquí lo hemos dicho muchas veces, no ha solucionado el problema de las empresas, de los particulares, de los parados, de los inmigrantes, de la educación, de las dos Españas, de las disputas regionales, de la banca (bueno ése quizá sí), de los jóvenes, de los pensionistas, de la sanidad, de la representación internacional del país... No sé si el que gobierne desde la Moncloa después de él lo hará mejor, pero el recambio es necesario cuanto antes.