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Los delitos se cometieron en 11 localidades toledanas, 1 abulense y 1 madrileña
Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 04 de marzo de 2015
La Guardia Civil ha detenido a R.V.C. y M.C.C.C., integrantes de un grupo criminal especializado en cometer robos con fuerza en las cosas en viviendas. Hasta el momento se han esclarecido 26 robos cometidos en 11 localidades de la provincia de Toledo, 1 de Ávila y 1 de Madrid. En esta Operación se ha desmantelado un laboratorio de marihuana con 70 plantas y se han intervenido 2 inhibidores de frecuencia, 22.200 euros, 92 dólares americanos, 50 yenes coreanos y herramientas y ropas con las que cometían los hechos delictivos. Esta operación continúa abierta y se ha solicitado al Juzgado competente que dicte orden de búsqueda para otros siete integrantes de este grupo criminal.
El pasado mes del octubre del año 2013, tras un robo con fuerza en las cosas cometido en una vivienda de la localidad de La Pueblanueva, donde los delincuentes sustrajeron más de 3.000 euros, material audiovisual, electrodomésticos y herramientas, el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Talavera dio inicio a la Operación “Choripén”.
Los individuos han sido imputados por los 26 delitos de robo con fuerza en las cosas, pertenencia a organización criminal, delito de cultivo o elaboración de drogas, conducción temeraria y atentado contra la autoridad y sus agentes. Estas personas han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Talavera que ha dictado el ingreso en un Centro Penitenciario para uno de ellos. La Operación continúa abierta a fin de localizar y detener al resto de integrantes de este grupo criminal y se ha solicitado al Juzgado competente para ello la emisión de una orden de búsqueda y captura.
Organización del Grupo Criminal
Durante las actuaciones que llevó a cabo la Guardia Civil, se pudo comprobar que se trataba de un grupo criminal formado por nueve personas, unidas entre sí por distintos lazos familiares, con una estructura jerarquizada y compleja y con un claro reparto de tareas.
Mantenían rígidas normas de disciplina interna y meticulosas medidas de seguridad, tanto a la hora de la comisión de los delitos como en su vida cotidiana, como el cambio mensual de sus números de teléfonos móviles o terminales que sólo usaban para cometer varios hechos delictivos para luego desprenderse de ellos.
Modus operandi
Para determinar un objetivo se reunían de forma alternativa en sus domicilios, repartidos en pueblos de la provincia de Toledo, por la comarca de Talavera y Torrijos, donde llegaban a pernoctar. Buscaban siempre viviendas situadas en los extrarradios de la población, estudiaban las vías de comunicación, aseguraban el mejor acceso a la propiedad y las herramientas que debían utilizar. Realizaban numerosas vigilancias para detectar la posible presencia de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, llegando a realizar numerosas contramarchas antes y después de cometer el ilícito.
En sus desplazamientos utilizaban hasta cinco vehículos diferentes, llegando incluso a rematricular alguno de ellos, con la finalidad de dificultar las posibles labores de investigación policiales en el caso de ser identificados en las zonas de los robos.
En el caso de que la vivienda dispusiera de sistema de alarma, utilizaban inhibidores de frecuencia, bien para inutilizarla o para desviar la señal de aviso de robo de manera que no llegara a la central receptora contratada. Sustraían material audiovisual, de informática, joyería, dinero en metálico y todo aquello que tuviera una rápida salida en el mercado de forma ilegal.
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