Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 01 de octubre de 2014
El pasado domingo 28 de septiembre, se celebró la 1º edición de la Travesía a Nado de Larga Distancia de Menorca. Organizada por la Menorca Channel Swimming Association.
La prueba se iba a disputar con salida en la Cala Macarella y llegada en Son Xoringuer, en la zona sur de la Isla, pero la fuerte previsión de vientos en esa zona, de hasta 35Km/h, y el fuerte oleaje previsto, con olas de hasta 2 metros, provocó que se cambiase el recorrido, a la zona oeste de Menorca, en un recorrido con salida y llegada en la Cala de Santandria.
La salida se producía a las 8:30 de la mañana, con el mar en calma y el cielo encapotado amenazando lluvia. Casi 100 nadadores, la mitad de ellos con traje de neopreno, y la otra mitad sin él. Tras algo más de dos hora, llagaba a la cala Santadria el primer nadador, Rafa Cabanillas, con un tiempo de 2h06min. Hasta casi 10 minutos después no llegaron los segundos clasificados. Y Rubén llego a meta en 9º lugar absoluto, con un tiempo de 2h30´00”, siendo el tercer Clasificado Absoluto con Neopreno.
Tras la prueba, Rubén nos comentaba como se había desarrollado la misma: “En la salida, estaba junto a Rafa Cabanillas que pone un ritmo altísimo, que intento seguir pero me cuesta bastante. Al salir del canal de la cala de Santadria, se empiezan a destacar 5 nadadores, y me quedo atrás. A los 1000m, se estabilizan las posiciones, y voy con dos nadadores sin neopreno, que somos los 8º-9º y 10º. En esta parte voy bastante forzado, el agua del mar está muy caliente, a unos 26 grados, y me cuesta mucho adaptarme al calor que estoy pasando.
Llegando al primer barco de avituallamiento, en los 3.000m; nos encontramos bancos de medusas. Me pica una en la muñeca derecha, que se me empieza a hinchar y me molesta mucho. Me pican dos más en la nariz y otra en la frente, pero esas picaduras son más llevaderas.
Por el segundo barco de avituallamiento, se descuelga un nadador que llevábamos delante. Y poco después del tercer barco de avituallamiento, cuando nos quedan unos 1.500m, voy muy agotado ya. Uno de los nadadores del grupo fuerza el ritmo y no soy capaz de seguirlo, pero no se va mucho, y decido guardar para jugármela en los 500m finales del canal. Pero llegando a este, por esa zona sale un barco de recreo que me desorienta y me hace perder unos 100m con respecto a mis compañeros, lo que hace que aunque los vaya recuperando, no pueda llegar a esprintar con ellos.”
Noticias relacionadas