El sacerdote Don Antonio Díaz Corralejo fue el encargado de presidir la ceremonia religiosa por el alma del alcalde de Talavera, Gonzalo Lago Viguera. Amigo del también médico y de su familia, aprovechó la homilía para recordar los buenos momentos vividos con él, así como animó a su viuda y sus hijos a seguir adelante. En referencia al importante número de personas que acompañaron al fallecido durante sus últimas horas y en las jornadas de duelo, el párroco aseveró que “ni nacemos solos, ni vivimos solos ni morimos solos”.
Antonio Díaz también recordó cuando Lago le dijo que querían en el PP que se presentara como candidato a la Alcaldía y otros momentos que vivieron durante su larga amistad. Con su habitual tono distendido, el sacerdote bromeó diciendo: “Gonzalo dile al jefe -Dios- que nos mande fuerza para seguir adelante”.
El sacerdote también estuvo acompañado en la misa funeral por el vicario episcopal, Felipe García Díaz-Guerra, el párroco de La Colegial, Daniel Léon, y otros religiosos de la comarca.
Una vez que los servicios funerarios retiraron el féretro del templo, sus familiares más cercanos volvieron a recibir el pésame de muchos talaveranos y vecinos de toda la comarca. Mientras tanto, otros tantos despedían al regidor talaverano con el último aplauso. Los restos de Gonzalo Lago fueron trasladados al tanatorio de los Hermanos Agüero para ser incinerados.