Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
Luis Jacinto Torres, de 74 años, recibió un susto "de muerte" cuando acudió a cobrar su jubilación en Uruguay. “Flaco, plata no hay porque vos estás muerto”, le espetó el funcionario de la oficina, ante lo que el anciano quedó atónito por la indirecta acusación de apropiación indebida y trató de probar su inocencia mostrando la cédula, como prueba de vida.
Según aparecía registrado en los documentos, Torres había muerto hacía dos meses y enterrado en el cementerio local de Melo. El dato resultó ser erróneo ya que alguien dio un dato erróneo en otra defunción y luego se sucedió una cadena de errores que culminaron en esta comedia negra. Finalmente y, solucionado el entuerto, Torres pudo cobrar su jubilación.
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