Decenas de vecinos se concentraron este domingo para condenar este tipo de hechos y abogar por la vida en paz
Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
La Guardia Civil tiene fundadas sospechas de qu el prófugo que murió el pasado viernes tras una persecución policial en Plasencia (Cáceres), podría ser el autor del asesinato del joven de 28 años de Cazalegas, Víctor González Flores, el pasado 30 de enero. Las pruebas de balística determinarán si las balas utilizadas en el homicidio del cazalegueño se corresponden con las armas que le fueron intervenidas al presunto asesino, Rafael Robles García, en su detención.
Los indicios apuntan a esta hipótesis por el ‘modus operandi’ del individuo en dos ocasiones en Extremadura y su vínculo con Talavera: la aparición del coche todoterreno calcinado después de haber sido sustraído tras perpetrar el presunto asesinato. En declaraciones de las autoridades políticas extremeñas, Rafael Robles habría aprovechado su permiso carcelario para huir e intentar consumar “una venganza”. Presuntamente mató el día 6 a un hombre en Badajoz -Manuel Tejeda de 57 años- y tiroteó el 22 de enero a un joven y su bebé en el Jerte. De la misma forma, la investigación descarta que existiera ningún tipo de relación entre el presunto homicida y el joven cazador, y creen que el posible móvil fue el robo de su vehículo para desplazarse hasta Plasencia.
Hay que recordar que este individuo murió poco después de ser detenido y esposado por la autoridad policial. Aunque inicialmente se pensó que se trataba de un paro cardiaco, el médico forense encontró un impacto de bala a la altura del omóplato; por lo que tendrán que verificar las causas del fallecimiento.
CONCENTRACIÓN VECINAL. La localidad de Cazalegas se volcó el este domingo con la familia del fallecido Víctor González Flores, asesinado hace pocos días en la finca Corralejo. Más de un centenar de vecinos desafiaron a la lluvia para escuchar con mucho sentimiento la lectura de un manifiesto, que fue llevado a cabo por el Juez de Paz, Severino Ortega. En el manifiesto se mostró el rechazo a cualquier tipo de violencia, en especial la sufrida por su vecino y mandar el mayor de los apoyos a la familia. El comunicado calificó como “un acto ruin y cobarde a una persona cuyo único pecado cometido es disfrutar del arte de la caza y de sus perros”. Ortega, durante la lectura, no pudo ocultar la emoción al confesar que “todos hemos perdido una parte de nuestro pueblo”, así como el deseo de “querer vivir en paz, sin miedo y sin temor”. A la finalización de la lectura del manifiesto, se guardaron tres minutos de silencio en memoria de Víctor. El alcalde local, Amando Blanco, también estuvo presente.
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