La Policía Nacional de Talavera jugó un papel clave en la detención del individuo, de 27 años, que se llevó a cabo en Estepona
David Martínez | Miércoles 23 de abril de 2014
La Policía Nacional, con importante y determinante participación de agentes de Talavera, ha detenido en Estepona (Málaga) a un hombre de 27 años que presuntamente acosó a 283 chicas mediante técnicas de 'grooming' y que actualmente se encuentra en prisión preventiva. El individuo contactaba a través de las redes sociales con adolescentes de entre 14 y 16 años simulando ser un atractivo joven o una mujer para así ganarse su confianza. Posteriormente, a través de mensajería instantánea, solicitaba a las menores fotografías de contenido sexual y si no las obtenía realizaba montajes con imágenes del perfil de las víctimas y un cuerpo desnudo para chantajearlas con su publicación.
La investigación se inició a raíz de la denuncia de una joven de 13 años que aseguraba estar siendo acosada por un hombre con el que había contactado a través de una red social. Una vez que se ganó su confianza le facilitó su número de teléfono, con lo que comenzó también a recibir amenazas a través de una aplicación de mensajería instantánea. Los investigadores dieron entonces comienzo a las gestiones oportunas para la identificación del presunto acosador. A partir de la localización de los diferentes perfiles relacionados se llegó finalmente a conocer la identidad del autor de los hechos, que actuaba bajo el perfil de un varón adolescente. El ahora arrestado solicitaba amistad a sus víctimas a través de una conocida red social mediante el falso perfil de un adolescente. Posteriormente y tras establecer un primer contacto las informaba, a través de la red o por medio de mensajería instantánea, de su supuesta edad, características físicas y personales, todas ellas de gran atractivo para las chicas jóvenes.
Una vez que se ganaba su confianza les solicitaba fotografías comprometidas, para posteriormente pedirles otras de mayor contenido sexual. En el caso de que las menores no accedieran modificaba las imágenes de sus perfiles y creaba fotografías falsas en las que se podía ver la cara de las víctimas insertada junto a cuerpos desnudos. Tras esto comenzaban las amenazas y las coacciones de hacerlas públicas. De este modo las coaccionaba para obtener más fotografías o incluso para que accedieran a la webcam con el fin de observarlas y grabar vídeos de contenido sexual.
Noticias relacionadas