Tras la noticia del inicio de la reapertura del canal que une los embalses de Entrepeñas y Buendía el pasado 24 de marzo y tal y como informó La Voz del Tajo, son ya dos semanas en las que ininterrumpidamente, está circulando mucha agua por desde Entrepeñas a Buendía.
El caudal de este canal se fue incrementado durante varios días hasta alcanzar un máximo aproximado de 46 metros cúbicos por segundo y hoy 9 de abril el caudal está siendo de 43.5 metros cúbicos por segundo.
El aumento de las reservas de agua del embalse de Buendía ha crecido notablemente entre los últimos días de marzo y los primeros días de este mes de abril, hasta alcanzar en el último registro los 754 hectómetros cúbicos, lo que supone un 44,22% de su capacidad total.
Este canal que trasvasa agua del río Tajo desde Entrepeñas a Buendía se puso en funcionamiento en 1960, El año hidrológico de mayor trasvase fue el de 1969/1970 y posteriormente el año hidrológico 1997/98.
El canal tiene una longitud de más de algo menos de 4 kilómetros, estando la mayor parte del recorrido por debajo de tierra dentro de una tubería de hormigón.
Lo que más llama la atención, es que sólo en 7 años hidrológicos este canal ha sido abierto como pequeño trasvase, lo cual resume perfectamente que el nivel histórico del embalse de Entrepeñas ha estado en cotas bajas de almacenamiento.
Lo que resulta más curioso es ver cómo ha sido posible volver a utilizarse una infraestructura hidráulica que no ha tenido ningún uso en los últimos 28 años.
A pesar de que visualmente, parece un canal antiguo en quizás en algún tramo diera la sensación de estar abandonado, ya que la naturaleza lo ha llenado de ramas, zarzas y árboles caídos el agua circula con total normalidad llevando las aguas del río Tajo desde el embalse de Entrepeñas hasta el de Buendía.
Uno de los atractivos visuales de este paso de agua del río Tajo desde Entrepeñas a Buendía, son los peces.
Así, son cientos de carpas, las que, en estas dos últimas semanas, se han situado al inicio de este canal entre Entrepeñas y Buendía al encontrar mucho alimento. En ocasiones, se ven arrastradas por la corriente y son llevadas hasta Buendía tras un viaje algo acelerado entre la corriente del agua.
Texto y fotos: Alfonso Tertre.
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