El PSOE se opone a la reforma de la Ley el Medicamento
Los socialistas propusieron en sus enmiendas, entre otras cuestiones, restablecer la universalidad del SNS, reconocer la asistencia sanitaria a inmigrantes y dar marcha atrás en el copago.
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
El Grupo Parlamentario Socialista se opuso esta semana en la Comisión de Sanidad el Congreso al proyecto de Ley de reforma de la Ley del Medicamento. El Proyecto de Ley -que ha sido aprobado con el voto de PP y UPyD-, incluye un “nuevo ataque” a la subasta de medicamentos puesta en marcha por la Junta de Andalucía, al establecer que el precio de los medicamentos no podrá ser objeto de modificación, y por tanto, de rebaja, salvo que se aplique en la totalidad del territorio nacional.
La portavoz adjunta de Sanidad del Grupo Socialista y diputada por la provincia de Toledo, Guadalupe Martín, denunció la “obsesión” del Gobierno y del PP por “eliminar la subasta de medicamentos en Andalucía” y defendió las enmiendas del PSOE –que no han sido admitidas- que pretendían, entre otras cuestiones, anular los recortes y las reformas adoptadas en esta legislatura por el ministerio de Sanidad, como la extensión del copago de medicamentos y productos sanitarios o la exclusión de la asistencia sanitaria de ciertos colectivos.
Así, planteaban que se restablezca la universalidad del Sistema Nacional de Salud, que se reconozca la asistencia sanitaria a los inmigrantes, y que se vuelva al sistema de aportación del 40% en el precio los medicamentos por parte de los trabajadores en activo, eximiendo del copago farmacéutico a pensionistas y desempleados sin subsidio y eliminando el copago en otras prestaciones, como el transporte sanitario no urgente o los productos dietéticos y ortoprotésicos.
Asimismo, los socialistas propusieron fórmulas alternativas de ahorro farmacéutico, como la prescripción por principio activo o extender a toda España las subastas de medicamentos sin patente adoptadas por el Gobierno de Andalucía.
Martín puso de manifiesto que el PP ha utilizado este proyecto de Ley -cuyo objetivo inicial era incorporar las directivas europeas sobre farmacovigilancia y garantías de seguridad de los medicamentos- para introducir modificaciones y rehacer varios artículos de otras normas que nada tienen que ver con el objeto de esta Ley. El resultado, “una chapuza en toda regla”, afirmó, que contiene “propuestas lesivas para el sistema de salud y para el sistema de farmacia”.