La tradición cervecera de
Nochebuena tiene un nombre propio en
Talavera de la Reina (Toledo): el bar
'Jhony-España Profunda'. Este establecimiento del barrio de los Tres Olivos vuelve a ser el centro de atención con 10.000 botellines de cerveza listos en sus cámaras frigoríficas. Su objetivo para este 2024 es ambicioso: superar los 9.300 botellines vendidos en Nochevieja pasada y acercarse a los 10.500 alcanzados en Nochebuena del año anterior.
El fenómeno, que no deja de crecer, arrancó con fuerza en 2022, cuando lograron vender 6.000 botellines.
UN RETO COMPLICADO, PERO NO IMPOSIBLE
Batir el récord este año será más difícil, especialmente porque Nochebuena cae en martes, lo que podría frenar un poco la afluencia. Aun así, se mantiene la esperanza.
El bar Jhony ha ganado popularidad no solo por sus precios asequibles, sino también por el ambiente único que se vive en sus instalaciones durante estas fechas. El resultado es un creciente flujo de clientes que han hecho de este bar un punto de encuentro imprescindible para despedir el año con buena compañía y cerveza bien fría.
ABRIRÁ LAS PUERTAS A MEDIODÍA
Con las cámaras llenas y el personal listo para una jornada intensa, el bar Jhony abrirá sus puertas hoy a las 12:00 del mediodía, dando inicio a una celebración que promete, como cada año, ser todo un éxito.
Talavera, una vez más, muestra cómo sus tradiciones locales se convierten en referentes navideños, y el bar Jhony es prueba de ello. ¿Será superará el récord este año? Lo que es seguro es que en los Tres Olivos no faltará el espíritu festivo ni la cerveza fría.
UN NEGOCIO FAMILIAR
El negocio familiar, que abrió en 1989 por el padre de Jonathan Rivera, pasó a ser suyo hace 12 años cuando tan solo tenía 25 años, debido a que su padre se jubiló y a él le gustaba estar detrás de la barra y ser su propio jefe.
Resaltan que es un negocio familiar porque además de que pasó de padre a hijo, en el local solo trabajan dos personas: el dueño y su hermana, algo “que aporta plena confianza”.
Asimismo, tanto el dueño como su hermana, Cristina Rivera, afirman que el bar es su casa, y es que desde que nacieron han vivido en el bar, por lo que el trato con los clientes es familiar porque a la mayoría los conocen de siempre.