En la madrugada del pasado miércoles, un pequeño incendio en el colchón de una habitación de la residencia de mayores de La Nava de Ricomalillo movilizó a los servicios de emergencia y activó el protocolo de seguridad del centro. Según ha informado un Técnico de Emergencias que estuvo en el lugar de los hechos, la contención del conato de incendio y la evacuación inicial de los residentes fueron realizados en su totalidad por el propio técnico, un vecino, y el personal de la residencia, en particular sus auxiliares, quienes actuaron rápidamente para asegurar a los ancianos.
El técnico de emergencias, cuya base estaba a tan solo 300 metros del lugar, explicó que, junto a un vecino, controlaron el fuego con extintores y aseguraron el área mientras evacuaban el ala afectada. Las auxiliares de la residencia fueron las primeras en responder, sacando a los residentes de las habitaciones afectadas y ayudando a calmar a los ancianos, algunos de los cuales necesitaron atención por nerviosismo e inhalación de humo. Uno de los residentes, con movilidad reducida, no pudo ser evacuado y se decidió por su confinamiento en sus depedencias.
"Las verdaderas heroínas fueron las trabajadoras del centro, quienes actuaron con rapidez y profesionalismo para proteger a los residentes y evitar un mal mayor", ha asegurado el técnico a este medio.
Cuando los bomberos de la dotación de Belvís de la Jara llegaron al lugar, la zona ya estaba en proceso de ventilación y el fuego, que solo había afectado al colchón, estaba bajo control. La labor de los bomberos se centró en ventilar la zona y verificar los daños materiales, en particular retirando el colchón afectado y asegurando la estabilidad de las instalaciones. También se contó con el apoyo de la Guardia Civil, que ayudó en la revisión habitación por habitación junto con el técnico de emergencias.
El alcalde de La Nava de Ricomalillo, Rufino Muñoz, también se personó en el lugar para colaborar con el equipo de emergencias y supervisar la intervención en todo momento. El rápido despliegue de los protocolos y la coordinación del alcalde con los servicios de emergencia contribuyeron a que el incidente se resolviera sin mayores complicaciones, y el centro contactó inmediatamente a los familiares para tranquilizarles sobre el estado de los residentes.
A las dos de la madrugada, el incidente estaba totalmente solucionado y la mayoría de los ancianos ni siquiera llegaron a percatarse del fuego. Gracias a la rapidez de acción de los trabajadores y la intervención inmediata de los vecinos y técnicos de emergencia, el conato fue controlado antes de que escalara en gravedad. También se personó una ambulancia de soporte vital básico que no tuvo que intervenir.