Cárnicas Dibe ha cumplido el sueño de Clara, una joven de 39 años con síndrome de down que “tras años de formación y esfuerzo” ha conseguido que se haga realidad una de sus mayores metas: “tener su primer trabajo y lograr la autonomía con la que siempre ha soñado” —ver vídeo al final de la información—.
Es por ello que desde La Voz del Tajo nos hemos puesto en contacto con Miguel Ángel Sánchez de Castro, subdirector general de Cárnicas Dibe, para que nos cuente todos los detalles sobre su proceso de selección, así como primeras sensaciones.
Clara se incorporó a la industria el pasado lunes, 7 de octubre. “Tras mucho tiempo buscando, llegó la oportunidad. Las pasadas ferias de Talavera charlando de forma distendida con un amigo, Tirso Yuste, le dije que me encantaría poder contar con una persona con síndrome de down, trabajar con ella, ayudarle, adquirir el compromiso de traerla y llevarla desde casa puesto que el desplazamiento era un problema y que me gustaría al menos intentarlo, entonces me puso en contacto con la familia, con la que hablé, hicimos una entrevista de trabajo y Clara decidió incorporarse a la empresa”.
“Lógicamente para nosotros fue un reto, puesto que no teníamos experiencia en trabajar con gente con Síndrome de Down y tampoco sabíamos en qué puesto la podíamos ubicar dentro de una industria, ahora está como auxiliar para la sala de envasado y se ha adaptado bastante bien, a pesar de los pocos días que lleva Clara en casa la verdad que tiene una actitud y un sentido del humor fuera de toda duda”, indica.
Además, asegura, “la veo bien, ilusionada y con ganas, se lo tomó como una prueba puesto que es un trabajo que a lo mejor llama la atención por las características del trabajo, aquí hace un poquito de frío, es una industria de alimentación y podría haberle generado un poco de rechazo, pero la verdad que está aguanto como una jabata y se está defendiendo bastante bien”.
Por su parte, “sus compañeros la han acogido súper bien, lógicamente tuvimos una charla con ellos para informarles de cómo cuidar y la sensibilidad que tienen que mostrar con Clara, a ella la vemos bastante contenta”.
“Para la familia Sánchez de Castro y todo el equipo humano de Cárnicas Dibe, esta incorporación no solo es un paso hacia el futuro, sino también un viaje maravilloso que refleja nuestro compromiso con la inclusión, la verdad que es un orgullo y una satisfacción poder cumplir un sueño personal”, señala Miguel Ángel.
Clara también ha querido hablar con La Voz del Tajo y nos ha asegurado que se encuentra bien en el trabajo —de cuál asegura que se enteró por parte de su hermano—, “me está gustando y estoy contenta”. Además, nos ha explicado que su labor diaria se basa en el “envasado de carne, cajas y poner etiquetas”.
Pero la solidaridad y empatía de Miguel Ángel Sánchez de Castro no viene de ahora, el subdirector general de Cárnicas Dibe ha confesado a este medio que “todo viene un poco porque en nuestra familia tenemos dos tíos que eran ciegos, ellos han trabajado y colaborado para La ONCE prácticamente toda su vida, lo que les permitió desarrollar una vida, un trabajo y sentirse útiles”.
“Dada eso, desde pequeñito siempre que podía acompañar a mis tíos a los médicos, revisiones, charlas y reuniones con la ONCE lo he hecho, siempre he tenido esa parte personal, esa sensibilidad hacia las personas discapacitadas o limitadas”, explica.
Por último, Miguel Ángel ha querido lanzar un mensaje a todas aquellas empresas que todavía no han dado o no se atreven a dar el paso para contratar a personas con Síndrome de Down ya que “pueden desarrollar cualquier tipo de trabajo y también se merecen una oportunidad porque son capaces de desarrollarlo en perfectas condiciones”.
“Las cosas pueden salir de dos maneras: bien o mal. Pero que al menos intentarlo no sea una excusa, al fin y al cabo son personas normales con sus limitaciones por desgracia fruto de ese cromosoma de más, pero luego son personas súper válidas, súper concienzudas, constantes, tenaces, meticulosas, profesionales… y que tiene un corazón inmenso, te muestran rápidamente su cariño, son muy amables, muy detallistas y te ríes mucho con ellos”, ha concluído.