Gamonal, uno de los núcleos urbanos más antiguos y con mayor peso histórico de
Talavera de la Reina (Toledo), se encuentra una vez más en el centro del debate tras las quejas emitidas por la
Plataforma Cívica de Gamonal. A pesar de su relevancia en términos históricos, sociales y recaudatorios, la localidad sigue siendo, según denuncian sus vecinos, "la gran olvidada en las políticas municipales talaveranas".
La reciente polémica se centra en la exclusión de Gamonal del actual plan de asfaltado de Talavera, a pesar de las reiteradas necesidades de infraestructuras en sus calles. "En particular, el incumplimiento de un compromiso adquirido en 2023, durante el mandato de la anterior alcaldesa, que garantizaba la renovación de la calle de las Cruces", ha provocado indignación entre los residentes. "El nuevo equipo de gobierno ha decidido no cumplir con dicho acuerdo", sin ofrecer explicaciones claras a la comunidad local.
La Plataforma Cívica de Gamonal, que se define como una organización apolítica, ha expresado su frustración y ha lanzado un llamamiento para que el Gobierno talaverano rectifique y escuche las demandas de una localidad "que parece ser olvidada más allá de la recaudación de impuestos. Solicitamos que al igual que recaudan, inviertan”, declaran en su comunicado, aludiendo a una deuda histórica que continúa sin saldarse.
A pesar de ser una Entidad de Ámbito Territorial Inferior al Municipio (EATIM), Gamonal sigue dependiendo de las decisiones presupuestarias de Talavera de la Reina, lo que, según sus habitantes, ha derivado en "una falta de inversiones justas para una localidad con más de 900 residentes. Esta situación se agrava cuando se compara con el trato a otras localidades cercanas que cuentan con partidas presupuestarias mucho más equilibradas".
El malestar entre los vecinos es palpable, ya que, más allá de promesas incumplidas, sienten que "las visitas de los dirigentes talaveranos se limitan a periodos electorales y festividades, dejando de lado las necesidades reales del día a día". La Plataforma reclama que se asignen partidas presupuestarias acordes al número de habitantes y que se les ceda la gestión de competencias clave, como el urbanismo, para poder actuar de manera más autónoma.
La comunidad gamonina se mantiene firme en su demanda: "No queremos promesas de futuro, sino que nos tengan en cuenta en el presente".