La plantilla de Digitex- Talavera afronta este viernes una nueva jornada de huelga parcial convocada por el comité de empresa ante la constante degradación de las condiciones de trabajo en el call center. Los paros, como los ya realizados el pasado día 6, serán de doce a una en el turno de mañana y de seis a siete en el de tarde.
“Desde que nos compró el gigante ‘Konecta’, nos hemos visto cada vez más y más mermados de derechos. Estamos viendo cómo poco a poco nos están llevando a la sumisión total; el clima laboral es cada día más inaguantable. Konecta no quiere trabajadores, quiere esclavos”.
“Por eso estamos en pie de guerra, para salvaguardar los derechos e intereses de la plantilla. Para poner pie en pared y hacer ver a la empresa que, si nosotros no trabajamos, la cadena se rompe. Konecta tiene que restablecer la normalidad en el call center y devolver la dignidad a las personas que trabajamos en él”, denuncia Noelia López Cruz, delegada sindical de CCOO en Digitex-Talavera.
Los motivos para realizar los paros son numerosos y cada uno de ellos más grave que el anterior, según detalla López Cruz. Uno de los principales problemas es la imposición de fechas para las vacaciones y libranzas, sin permitir que los trabajadores elijan otras alternativas. Además, denuncian la contratación de nuevos empleados en turno de mañana con jornada continua, sin ofrecer la opción a los miembros actuales de la plantilla, quienes están sujetos a jornadas partidas. La empresa argumenta que, debido a su experiencia, son más valiosos trabajando tanto por la mañana como por la tarde.
Otro motivo de queja es el teletrabajo, una práctica común en el sector pero que en Digitex-Talavera no se ve como un modelo de conciliación ni un derecho. En lugar de ser una opción accesible para la mayoría de los empleados, se convierte en una prebenda otorgada a aquellos que muestran obediencia ciega a la dirección. López Cruz denuncia que algunos compañeros no han pisado el call center en todo el año, mientras que el resto no tiene la opción de teletrabajar.
Asimismo, los incentivos y los festivos trabajados se pagan tarde y de manera deficiente. Los errores en las nóminas son recurrentes, siempre en perjuicio de los empleados, y la empresa tarda meses en corregirlos sin mostrar intención de cambiar esta práctica. A esto se suman las sanciones de empleo y sueldo, que, según López Cruz, suelen ser injustas y desproporcionadas.
Frente a esta acumulación de problemas, el comité de empresa, integrado por CCOO, CGT, USO y UGT, decidió en primavera instar una mediación previa a la huelga. El acto se celebró sin acuerdo, lo que llevó a convocar dos jornadas de paros parciales de una hora por turno, los días 6 y 20 de septiembre.
“La huelga del pasado día 6 fue un éxito. Unas 155 personas, más del 80% de los trabajadores presenciales del call center, la secundaron", explica López Cruz. Sin embargo, a pesar de la participación, no ha habido respuesta por parte de Konecta. "Así que volveremos a parar este viernes. Y, dada la actitud de la empresa, no descartamos tener que instar nuevamente a mediación y, si fracasa, convocar un nuevo ciclo de huelgas con paros más frecuentes y de mayor duración”.
López Cruz también critica la “hipocresía de Konecta”, que presume en su página web corporativa de su “compromiso con nuestros clientes, empleados y socios”. Según el portavoz, esta afirmación es completamente contraria a la realidad de sus empleados en Talavera, donde la mayoría son mujeres. Señala además al nuevo CEO, Nourdine Bihmane, quien se estrenó en junio con un ERE en Madrid y Barcelona, y denuncia que la situación en Talavera parece ser motivo de burla para los directivos y el dueño de la empresa, José María Pacheco.
Finalmente, López Cruz pide comprensión y apoyo a los clientes del call center, como DHL, Wizink, Naturgy y Legálitas, y solicita a Konecta que se siente a negociar con el comité de huelga para resolver los numerosos problemas que afectan a los trabajadores y restaurar la paz social y el buen clima laboral en el centro de Talavera.