Ayer, 29 de agosto, la plaza de
toros de
Tomelloso se llenó con
tres cuartos de aforo para un festejo que quedará grabado en la memoria de los aficionados. La tarde prometía, con un cartel de lujo compuesto por
Alejandro Talavante, Emilio de Justo y
Tomás Rufo, quienes se midieron ante los toros de la ganadería de
Montalvo, que dejaron una impresión variada, pero con momentos de auténtica grandeza.
La tarde comenzó con Alejandro Talavante, quien salió decidido a triunfar. Desde los primeros compases de su faena al primer toro, Talavante mostró su maestría con la muleta, especialmente en una serie de naturales que calaron hondo en los tendidos. El toro respondió con nobleza, lo que le valió una ovación póstuma. Tras una estocada certera, Talavante cortó dos orejas, dejando claro que venía por todas.
El cuarto toro no fue tan lucido. Talavante cortó una oreja a base de oficio y entrega ante un muy desrazado Montalvo.
El turno de Emilio de Justo fue, sin duda, el momento cumbre de la tarde. Frente a "Cantor", un ejemplar sensacional de Montalvo, De Justo cuajó una faena para el recuerdo. Desde la primera vara, el toro mostró su bravura empujando con fuerza, y en banderillas acudió con alegría. Ya con la muleta, las embestidas de "Cantor" fueron de una clase superior, lo que permitió a De Justo desplegar su mejor toreo por ambas manos. El público pidió el indulto, pero el torero, con temple y sensatez, decidió no prolongar la agonía del astado. Tras una estocada perfecta, Emilio de Justo cortó los máximos trofeos, dos orejas y rabo, mientras "Cantor" fue aclamado en la vuelta al ruedo póstuma. El torero brindó esta obra maestra a Pablo Lozano, añadiendo un toque emotivo a una faena ya de por sí colosal.
La tarde, sin embargo, no fue completamente redonda para De Justo, quien en su segundo toro, el quinto de la tarde, no pudo más que abreviar ante un astado que se echó rápidamente. El silencio fue la respuesta de un público que minutos antes había vibrado con su maestría.
Tomás Rufo, por su parte, demostró su valor ante un tercero que llegó a la muleta totalmente aplomado en tablas. Sin dudarlo, Rufo se la jugó, ofreciendo su cuerpo sin miramientos en una faena que dejó momentos inverosímiles. Tras una estocada entera llena de ambición, el público le premió con una oreja merecida. No satisfecho con esto, volvió a encender los tendidos en su segunda actuación frente a "Maestro", otro toro bravo de Montalvo. Rufo ejecutó series de circulares eternas y muletazos por el izquierdo que levantaron al público de sus asientos. Con un fandango de Laura García como telón de fondo, remató su faena con ayudados que culminaron en una brillante actuación. Dos orejas fueron el justo premio a su entrega.
La corrida de toros en Tomelloso dejó triunfos importantes y faenas de gran calado. Alejandro Talavante salió en hombros con tres orejas en su esportón, Emilio de Justo se llevó los máximos trofeos en su primera actuación, y Tomás Rufo demostró que su valor y técnica están más que a la altura de los grandes. Una tarde inolvidable para los aficionados que se dieron cita en la Feria 2024 de Tomelloso.