Desde hace algún tiempo es habitual que aparezcan animales salvajes en los núcleos urbanos, como jabalíes, zorros... Sin embargo, los vecinos de Santa Ana de Pusa han estado varios días desconcertados pensando que una alimaña recorría sus calles. La realidad era otra, un lince campaba a sus anchas como si el municipio fuera suyo.
Los vecinos aseguraban que era muy bonito, pero este felino hambriento ha causado estragos en gallineros locales. Los agentes medioambientales han visitado esta localidad de La Jara para evaluar los daños causados e indemnizarán a los dueños de las gallinas por las pérdidas.
La presencia del lince mantuvo a los vecinos en vilo. Durante días, no sabían qué animal estaba causando los destrozos, hasta que finalmente, a altas horas de la noche, algunos residentes lograron identificarlo.
Una vez confirmado que era un lince, el alcalde contactó con la Guardia Civil y Medio Ambiente. Aunque el lince se ha marchado por su cuenta, el temor persiste entre los vecinos, especialmente aquellos que tienen gallinas, y siguen protegiéndolas al anochecer.
Cabe señalar, que la presencia de este majestuoso felino es un testimonio del éxito en la conservación de su especie en la península. Ya que desde hace menos de un mes el lince ibérico ha dejado de estar en peligro de extinción.
El censo actual detalla que en Castilla-La Mancha nacieron durante el año pasado 298 cachorros en libertad y que actualmente la región cuenta con un total de 150 hembras reproductoras, a los que se suman 417 individuos mayores de un año, entre adultos y juveniles.