La Archidiócesis de Toledo está celebrando, como conclusión del curso pastoral, un Congreso Eucarístico Diocesano que comenzó este pasado miércoles, 5 de junio, marcado por cuatro etapas que se distribuyen en cuatro puntos distribuidos por la amplia geografía diocesana.
El miércoles se inició la primera etapa en Camuñas, vivida especialmente a través de la religiosidad popular con los ‘Danzantes’, con la presencia de unos danzantes venidos desde Panamá.
La segunda etapa, que tuvo lugar ayer, se celebró en Oropesa, en el Templo Expiatorio de las Hermanas de la Fraternidad Reparadora, donde se profundizó en el sentido sacrificial de la Eucaristía y la reparación.
La tercera etapa tiene lugar en el Santuario de los Sagrados Corazones en Toledo, haciendo hincapié en los sacramentos de la Eucaristía y de la Misericordia.
Y la cuarta y última, que se llevará a cabo el sábado en Torrijos, donde la venerable Teresa Enríquez nos enseña el amor fervoroso a la Eucaristía y la adoración.
DE TEMPLO EXPIATORIO A SANTUARIO DIOCESANO
La Archidiócesis de Toledo tiene desde hace más de 30 años un templo expiatorio situado en el antiguo monasterio de monjas concepcionista en la localidad de Oropesa que, tras la marcha de las hijas de Santa Beatriz de Silva, fue, por un tiempo, Casa de Ejercicios parroquial y cumplió diversas funciones.
Fue el cardenal Marcelo González Martín quien confió este lugar a la Fraternidad Reparadora Apostólica en el Corazón de Cristo Sacerdote, que por su carisma ha venido ayudando a que este templo sea realmente un lugar de conversión, adoración, alabanza y entrega generosa de la vida en comunión con el Sacrificio eterno de Cristo Sacerdote.
Esta localidad de Toledo, de 2.600 habitantes, se unió en 2015 a las capillas de Adoración Perpetua que estaban distribuidas por buena parte de España. De hecho, la archidiócesis de Toledo cuenta con dos sedes en Toledo (en la Capilla del Arzobispado y en la parroquia de San Juan de la Cruz) y en Talavera de la Reina, Torrijos, Consuegra y la citada de Oropesa.
A la adoración y expiación propia de las Hermanas de la Fraternidad se sumaban las gentes de Oropesa y sus tierras, que mantienen turnos a lo largo de las horas del día, comprometidas ellas, ya de por sí, con las horas de la noche.
LA FRATERNIDAD REPARADORA
La dimensión fundamental de la espiritualidad de las Hermanas es la reparación al Sagrado Corazón de Jesús, “el Amor no amado”. Sus vidas están encaminadas a ser ofrendas vivas. La labor que desempeñan en las parroquias se centra en ayudar al párroco en todas las tareas pastorales, animar las celebraciones litúrgicas, visitar enfermos y ancianos, apoyar a las catequistas con los niños y jóvenes, celebrar la liturgia de la Palabra y otras actividades.
Las Hermanas fueron fundadas en 1977 por el padre Luis Mª Mendizábal, de la Compañía de Jesús. Se encuentran presentes en numerosas diócesis españolas. La Fraternidad cuenta con 97 religiosas, de las cuales 25 pertenecen a la casa madre de Oropesa (Toledo).
DE TEMPLO EXPIATORIO A SANTUARIO DIOCESANO
En la tarde de ayer, después de la acogida en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Oropesa, tuvo lugar a las 18:00 horas de la tarde una mesa redonda sobre Jesucristo Sacerdote, Víctima y Altar.
El canónigo de la catedral primada, monseñor Juan Miguel Ferrer, trató el tema de Jesucristo Sacerdote; la Hermana Pilar, Superiora de la Fraternidad Reparadora del Corazón de Cristo, habló sobre Jesucristo Víctima y finalmente, don Ramón Navarro, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia de la CEE, disertó sobre Jesucristo Altar. Entre las intervenciones cantaron los diferentes coros de la parroquia.
A las 19:30 una procesión al Templo Expiatorio con la reliquia de san Juan Pablo II que se colocó en el altar mayor que va a ser consagrado.
A las 20:30 la Santa Misa en la cual se declaró el hasta ahora templo expiatorio como Santuario Diocesano de Adoración y Reparación Eucarística del Santísimo Cristo de la Salud.
SANTUARIO DIOCESANO DE ADORACIÓN Y REPARACIÓN EUCARÍSTICA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD
El párroco de Cedillo de Condado (Toledo), natural de Oropesa, Pelayo Rodríguez Ramos nos ha explicado que, tras los días de la persecución religiosa, el templo de las monjas concepcionistas quedó muy deteriorado.
El retablo mayor pasó a la nueva parroquia del Carmen de Talavera de la Reina, que fundó Santa Maravillas de Jesús. Recuerda, don Pelayo que, siendo niño y monaguillo, la iglesia se abría en la Pascua para la novena del Cristo de la Salud, al cual le tiene mucha devoción la gente de Oropesa. Al quitar el retablo se colocó este Cristo en el centro de la iglesia.
Finalmente, el párroco de Oropesa, Matías Guerra, bendijo la cerámica que señala este nuevo Santuario elegido por el Sr. Arzobispo como lugar, ya no solo de las tierras de Oropesa, sino de toda la archidiócesis como lugar de Adoración y Reparación Eucarística.
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