Ser madre es una experiencia emocionante que abre nuevas etapas en la vida. A pesar de que cada vez nacen menos niños y que más mujeres se enfrentan a problemas de fertilidad que dificultan su travesía hacia el deseado embarazo, la natalidad gracias a tratamientos de reproducción asistida ya supone cerca del 11% de la totalidad de los partos en España.
Las últimas estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre los nacimientos en España durante 2023 indican que nacieron 322.075 niños en todo el año pasado, una cifra que marca mínimos históricos y que contrasta con los máximos que registra la natalidad gracias a tratamientos de reproducción asistida.
Este crecimiento de la reproducción asistida viene de la mano de un contexto socioeconómico que dibuja un panorama donde las dificultades para ser madre aumentan debido al retraso generalizado de la maternidad. En la actualidad, la edad media a la que las españolas tienen su primer bebé es de 32,6 años, una cifra que las aproxima al abismo de la infertilidad que los expertos sitúan a partir de los 35 años, en condiciones normales.
“La biología de la mujer, en lo que se refiere a reproducción, es la misma desde hace siglos, y retrasar la concepción dispara las posibilidades de infertilidad. Con 30 años la mujer tiene la mitad de probabilidad de ser madre que a los 20 años, pero después de los 35 años sus opciones caen drásticamente”, explica la doctora Andrea Bernabeu, codirectora médica de Instituto Bernabeu.
SER MADRE A LOS 42 AÑOS. Clara es una valenciana que este año ha conseguido ser madre a los 42 años, después de varios años tratando de quedarse embarazada de forma natural con su pareja. “Antes de los 40 jamás me había planteado tener hijos. Pero, tras conocer a Marcos, todo cambió y quisimos ir a por el bebé. Después de meses tratando quedarme embarazada, la desesperación no dejaba de crecer, los problemas con mi pareja se hicieron habituales y nos planteamos abandonar nuestro proyecto: habíamos perdido la esperanza”, explica.
Por fortuna, antes de desistir, Clara descubrió en la reproducción asistida una vía con la que logró ser madre. “El camino no fue fácil, y los doctores fueron muy claros con nosotros sobre las opciones que teníamos. Al principio lo que nos decían sobre nuestras limitaciones biológicas para ser padres nos resultaba extraño. No teníamos ni idea de que eso fuera así. Ahora, con el tiempo, ya somos casi expertos en la materia y no dudamos en ayudar e informar a nuestro círculo”, relata Clara que, junto a Marcos, están inmersa en un nuevo tratamiento para tener su segundo hijo y agrandar la familia.
El caso de Clara y Marcos es muy habitual en la consulta. La edad de la mujer no sólo marca la cantidad de óvulos, sino también su calidad. Por su parte, la calidad seminal y los problemas de fertilidad en los hombres aumentan. “El reloj biológico nos penaliza para convertirnos en madres, pero hay otros muchos factores que pueden derivar en infertilidad. El tabaco, la obesidad, el consumo de drogas, la contaminación o el padecer otro tipo de enfermedades van mermando las posibilidades de concebir. Además, hay que recordar que cerca de la mitad de los problemas de fertilidad en una pareja se atribuyen al hombre”, advierte la doctora Bernabeu.
SER MADRE EN SOLITARIO POR ELECCIÓN
Julia es una madrileña de 32 años que es madre soltera. En su caso, la edad no era un problema. De hecho, está justo en la media en la que las españolas suelen tener su primer hijo, pero ella había escogido que quería tenerlo sin pareja. Cada vez son más frecuentes los casos en que las mujeres deciden ser madre en solitario. Según los datos del Instituto Bernabeu, el número de mujeres que han accedido en los últimos cuatro años a tratamientos de reproducción asistida con este objetivo se ha incrementado un 36%.
“Al principio me costó compartir mi decisión con mis allegados, pero cuando lo hice me di cuenta de que ser madre soltera está muy normalizado ya que la reacción de mi familia y amigos fue fantástica en todo momento”, relata Julia, que añade que “aunque todavía soy joven, sé que me he convertido en madre en el mejor momento. Me considero una persona independiente y capaz y, si llega una persona a mi vida, será bienvenida, pero no es algo imprescindible para mí”.
Muchas mujeres, ante la imposibilidad de quedarse embarazadas, recurren a la medicina reproductiva. Otras muchas, ante las dificultades, deciden abandonar su proyecto reproductivo. De hecho, los expertos advierten de un declive de la fecundidad. Para mantener la población, la tasa de reemplazo debería ser 2,1 hijos por pareja y, en la actualidad, se sitúa en 1,15 hijos, algo que puede poner en peligro la sostenibilidad social.
La media de edad de las pacientes que acuden a las clínicas de Instituto Bernabeu ha ido creciendo en los últimos 40 años, siendo en la actualidad de 39,6 años. Si tenemos en cuenta aquellas que tienen que recurrir a los tratamientos de donación de ovocitos, la edad supera los 42,2 años.