Tras más de dos años, la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss ha concluido una investigación sobre la recuperación de los testimonios de las personas mayores que pudieron disfrutar en su juventud del río Tajo en un buen estado de conservación y fueron testigos de su degradación a partir de los años 70 del siglo pasado. La investigación, a través de métodos de investigación cualitativos, ha contado con entrevistas en profundidad a 20 personas que tuvieron experiencias en su niñez y/o juventud en el entorno del río Tajo a su paso por Toledo.
La ciudad de Toledo y su interacción con el río Tajo han sido estudiadas históricamente de forma amplia y rigurosa. Sin embargo, el interés y la originalidad de esta investigación sociológica es la de poder registrar la memoria colectiva de esa interacción. Se trata de un estudio sociológico pionero en el que, a través de los testimonios, se contrasta el disfrute de un entorno natural fluvial en buen estado frente a su estado actual de un ecosistema en deterioro.
La investigación ha sido publicada recientemente en la revista estadounidense Society & Natural Resources. El artículo está realizado por un equipo interdisciplinar, de departamentos de sociología y economía aplicada de la Universidad de Castilla-La Mancha y la Universidad de Sevilla, compuesto por Marta Aguilar, José María Bleda, Beatriz Larraz y Raúl Urquiaga.
Como complemento a la publicación, se ha editado un documental a partir de entrevistas a seis participantes en la investigación. El objetivo de este material es apoyar la divulgación de los aspectos más significativos del estudio, haciéndolos más accesibles a la ciudadanía, con el fin de influir en las políticas locales, especialmente contribuyendo al actual debate en Toledo sobre el río que se quiere.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES. El estudio desarrolla un relato narrativo individual y colectivo para comprender mejor la relación entre la sociedad y su medio natural durante los años 1950-1970. Una de las conclusiones más importantes del estudio es la fuerte influencia que tuvo el río Tajo, como patrimonio natural bien conservado, en la socialización y emociones de la sociedad toledana de aquellos años.
Los testimonios se han agrupado en torno a cuatro ejes discursivos: socialización, economía, emociones y medio ambiente.
SOCIALIZACIÓN. El río ha sido un elemento clave en ese proceso, articulando en su entorno unas relaciones familiares y sociales peculiares. En la socialización han jugado un papel fundamental la familia y los grupos de pares (amistades).
En el entorno familiar, las madres han ocupado un papel social importantísimo (educación, cuidadoras, punto de unión de toda la familia). El papel del padre suele estar asociado al aprendizaje de nadar de los hijos, el trabajo en el entorno o el esparcimiento.
El río además es un importante escenario del proceso de socialización con los grupos de los amigos y amigas, en el aprendizaje, las relaciones, así como en el paso de la niñez a la juventud.
ECONOMÍA. Los testimonios recogen la importancia del río en cuanto al desarrollo económico de la ciudad de Toledo. Se rememoran el aprovechamiento de las fincas agrícolas y ganaderas junto al río, las huertas, así como los aprovechamientos hidroeléctricos. Así mismo, el río representó un complemento sustancial en las economías más pobres (pesca, explotación de los gangos, aguadores, barcas…).
EMOCIONES. Los recuerdos han despertado todo tipo de emociones, tanto positivas como negativas. Las emociones más gratificantes han tenido que ver con los primeros encuentros con el río, con la alegría y la comunidad existente entre las gentes que compartían esos espacios, ya fueran familias, amigos o vecinos, el encuentro con lo común; los primeros baños, el aprender a nadar de la mano de sus padres, junto a los amigos o solos; la belleza de los paisajes, del agua limpia, los paseos, etc.
Estos han tenido su contraste con aspectos negativos tales como: miedo, pena, pérdida, rabia, desidia o frustración. Se da un sentimiento colectivo muy importante ante el temor a los ahogamientos de los individuos que se adentraban en el río a nadar. Otros sentimientos negativos tienen que ver con el estado en el que se encuentra el río, en relación con lo vivido por ellos, sienten que han pasado de un río vivo a un río muerto, lo que supone en muchos casos: pena, rabia y frustración.
MEDIO AMBIENTE. En el análisis de los testimonios relacionados con el medio ambiente, se destaca que lo primero que se representa son las vivencias asociadas a un río vivo, saludable, junto a las relacionadas con un río muerto, contaminado e insalubre. La fauna, los peces, las aguas limpias, los arroyos y manantiales que desembocaban en el río Tajo, los arenales… son el marco de las actividades desarrolladas (juego, baño, el esparcimiento, los paseos, etc.). A estas imágenes se les suceden las de las espumas, los peces muertos, el mal olor del agua en las que no es posible ninguna de las actividades descritas. Los testimonios recogen el surgimiento de cierto movimiento y concienciación social y político de defensa del río.
Un resumen del artículo puede descargarse aquí.