Desde hace un par de días me ronda una idea estúpida por la cabeza. Informativos en radio y televisión, periódicos, redes sociales y las bocas de los españoles pronunciándose a cuenta de la investidura de Pedro Sánchez, de la infamia de la amnistía, las manifestaciones en las sedes del PSOE, lo grande que le viene a Feijoo el puesto, lo exagerado e imprudente que es Abascal.
¿Y si todos estuviésemos en una clave de pensamiento equivocada porque la estrategia es otra, una muy distinta?
Me explico, en medio de todo este barullo mediático hay hechos objetivos. Pedro Sánchez tiene que afrontar una investidura y para eso va alcanzando progresivamente diferentes acuerdos con distintos partidos. El PSOE ha consultado a la militancia y ha conseguido su respaldo. Han planteado un programa de acuerdo con SUMAR, su socio de gobierno, con un marcado componente social y económico que, de ser ejecutado, debería tener reflejo en la ciudadanía. Y también ha alcanzado un acuerdo con planteamientos económicos y sociales con ERC que chirría entre el resto de comunidades autónomas.
Pero hay un elemento de distorsión muy importante: la AMNISTÍA. Y es este elemento el que está generando conflictos importantes en las calles de este país, promovidos por la extrema derecha de VOX y consentidos por la ¨derechita cobarde¨ del PP. Esto me lleva a pensar que la AMNISTIA, siendo causa de fricción con VOX y PP implica un choque frontal con Puigdemot y por eso no cierra el acuerdo. Y ahora piensen en las consecuencias
Les planteo la parte macabra de mi pensamiento: El acuerdo con Esquerra que contiene importantes medidas sociales y económicas que ha sido dado a conocer en todos los telediarios ha dejado descolocado y fuera de juego al propio Puigdemont que se ha quedado sin salida y que a fuerza de tensar la cuerda puede provocar la ruptura. Esto implicaría que no entrase en el acuerdo tirando por tierra lo pactado por ERC, rival directo en Cataluña.
La otra opción es que sea el PSOE quien rompa la baraja. Y en ese caso, la derivada además implica un efecto sobre la percepción del partido y el propio Pedro Sánchez que, habiendo intentado resolver el problema catalán alcanzando acuerdos beneficiosos y demandados por la ciudadanía catalana, no pueda ponerlos en marcha por no conformar gobierno. Este hecho nos llevaría a una nueva convocatoria electoral cuyos resultados van a variar y posiblemente mejorar las expectativas del PSOE.
Pero como les decía al principio, esto no deja de ser una paja mental. Habrá que esperar unos días para ver los resultados.