La segunda vista del juicio en la Audiencia Provincial de Toledo contra N.P. por el asesinato de su hijo G.S.P. en la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar el 11 de octubre de 2020 ha comenzado este miércoles con el cambio del testimonio del acusado, que ha admitido su culpa. La Fiscalía pide una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato.
El acusado, que en la anterior vista había sostenido su inocencia, alegando que "no tenía ninguna intención" de acabar con la vida de su hijo, ha modificado su alegato, admitiendo, a través de dos breves preguntas de su abogado, que en el momento de los hechos "quería acabar con su vida".
A pesar de que a lo largo de la sesión estaba prevista la comparecencia de los agentes responsables de la investigación, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular han renunciado al interrogatorio a los investigadores, "a la vista del reconocimiento de los hechos".
De esta forma, la segunda vista oral ha continuado únicamente con el testimonio de los médicos forenses, dado que la acusación mantenía "el interés" en sus declaraciones.
Una de las acusaciones particulares ha solicitado asimismo que se realice un receso tras el testimonio de los forenses, de cara a tratar "la modificación de conclusiones".
LOS HECHOS SEGÚN EL FISCAL
Según el escrito del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos sucedieron alrededor de las 23:20 horas del 11 de octubre de 2020, cuando el acusado, N.P., se encontraba en la vivienda en la que residía y llegó a ella su hijo, G.S.P.
Allí, durante el transcurso de una discusión entre ambos en presencia de la esposa del acusado, L.P., y de la pareja sentimental de G.S.P., M.A.D., el procesado se dirigió a la cocina, cogiendo un cuchillo de hoja monocortante y empuñadura de plástico y con la clara intención de acabar con la vida de su hijo o aceptando esta posibilidad, sabiendo que su hijo portaba muletas ya que presentaba una patología discal que le limitaba sus movimientos, comenzó a decirle "te voy a matar", lanzándole varias cuchilladas que G.S.P. logró eludir interponiendo una de sus muletas.
Sin embargo, siempre según el relato de la Fiscalía, N.P. logró finalmente asestar una cuchillada en el pecho de G.S.P., causándole una herida en la región centro-torácica de forma ovalada de unos 40 milímetros de longitud por 15 milímetros que le afectó al corazón, provocándole un taponamiento cardiaco que le causó la muerte por shock hipovolémico.
El acusado no padecía ninguna enfermedad mental que le impidiera conocer el alcance de sus actos, señalan también desde el Ministerio Fiscal.
Por todo ello, la Fiscalía pide una pena de 25 años de prisión, así como la prohibición de comunicarse ni aproximarse a M.A.D., a cada uno de sus dos nietos, a su esposa y a su hijo N.G.P. a una distancia de 300 metros durante el plazo de 30 años.
Además, el acusado indemnizará a M.A.D. con 94.000 euros por el fallecimiento de su pareja; a cada uno de los hijos del fallecido, D.G. y E.G.P., con 94.000 euros por el fallecimiento de su padre; a su esposa, L.P., con 42.000 euros por el fallecimiento de su hijo; y a su hijo, N.G.P., con 15.000 euros por el fallecimiento de su hermano.