Esta semana está teniendo lugar la esperada
lluvia de meteoros de las Perseidas —también conocida 'lágrimas de San Lorenzo'—, que como cada año, tiene lugar la segunda semana de agosto. Esta madrugada, del 12 al 13, alcanza su punto de
máxima actividad en el que el cielo nos brindará un regalo potencialmente impresionante.
La lluvia de Perseidas se trata de meteoros que alcanzan velocidades que superan los 50 kilómetros por segundo. Por suerte, este 2023 es un año excelente para contemplar su ir y venir, porque en esta ocasión su punto máximo de observación se produce tres días antes de la luna nueva.
Los meteoros se ven mejor desde el hemisferio norte, y en condiciones ideales sin nubes, los observadores podrían ver hasta 50 por hora. A pesar de que la luna no interferirá en su visionado, te recomendamos que te pongas de espaldas a ella para poder tener una mejor visión. Ésta será una delgada media luna saliendo poco antes de que comience el crepúsculo, hay una ventaja real de estar en un sitio de cielo oscuro lejos de las luces de los pueblos y ciudades, por lo que es conveniente sentarse en un lugar alejado de los focos.
La mejor hora para observar las Perseidas es desde el anochecer hasta las 03:00 o las 04:00 horas de la madrugada, cuando la actividad de la lluvia de meteoros tiende a ser más intensa, el filo de la Luna menguante aún no se ha levantado y la constelación de Perseo se encuentra ya alta sobre el horizonte. Otra recomendación es buscar dicha constelación para poder verla mucho mejor.
No obstante, el número de meteoros observables por hora es muy variable. En un sitio bien oscuro y con el radiante alto sobre el horizonte puede superar el centenar. Sin embargo, el número de meteoros observados por hora puede variar muy rápidamente según varía la densidad de fragmentos en la estela del cometa.
Así, su alta actividad, junto con las condiciones atmosféricas favorables para la observación durante el verano boreal, hace de las Perseidas la lluvia de meteoros más popular, y la más fácilmente observable, de las que tienen lugar a lo largo del año.
En Castilla-La Mancha, hay 207 destinos con certificación Starlight, un sello que reúne a los mejores lugares para la observación astronómica, algo que certifica que buena parte de la región tiene unos “cielos limpios” para poder observar las estrellas sin ningún tipo de distracciones.
Por ejemplo, las provincias de Ciudad Real y Toledo comparten el Parque Nacional de Cabañeros, que además de ser uno de los lugares idóneos para practicar senderismo, aprender de fauna, hidrología o geología, es un destino perfecto para observar las estrellas gracias a su certificación Starlight.
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