"El pueblo ha hablado". Esa es la frase más escuchada desde que el domingo se conocieran los resultados de las elecciones autonómicas y municipales. Y sí es. El PSOE ha ganado en Castilla-la Mancha, con una nueva mayoría de Emiliano García-Page y dejando al PP de Paco Núñez sin su ansiada Presidencia. Además, García-Page se ha convertido en el líder socialista más votado de España; mientras que el castellano-manchego Núñez ha sido uno de los menos votados.
Otros datos que nos deja el 28: las victorias de Tita García y Milagros Tolón en Talavera y Toledo respectivamente. Aunque no han logrado la mayoría absoluta y el posible pacto PP-Vox les dejará sin el bastón de mando.
Y el dato más preocupante: el ascenso de la extrema derecha. El ascenso de Vox en los municipios, convirtiéndose en la mayoría de ellos en la tercera fuerza política. Eso sí, no han ganado su gran batalla, aquella por la que han concurrido en tantos y tantos municipios: con las listas fantasmas, de familiares, de relleno y con oscura sombra de una dudosa financiación y las continuas amenazas y coacciones (como han denunciado exconcejales de la formación de extremaderecha). No han logrado desbancar a García-Page del Palacio de Fuensalida.
Ahora toca preguntarse porqué el ciudadano ha decidido darle su apoyo y abandonar Ciudadanos, Podemos y otras formaciones y coaliciones de izquierda, cuando desde Vox el mensaje es claro: apoyar el trasvase Tajo-Segura, derogar la reforma laboral, la ley del aborto, su postura contraria a la violencia de género o su no apoyo al colectivo LGTBI, entre otras.
Llegados a este punto, recupero la frase del inicio: "El pueblo ha hablado". PSOE, PP, VOX Y PODEMOS, (no menciono a Ciudadanos ya que ha desaparecido del tablero político y ni tan siquiera se presentarán a las generales del 28 de julio adelantadas por Pedro Sánchez en otra jugada maestra) deben de hacer autocrítica. Sí, todos. Ninguno ha salido victorioso. Todos han perdido de una u otra forma.
¿Somos conscientes de lo que significa ejercer el derecho al voto? El votante, el ciudadano de a pie, el que deposita su papeleta en la urna debe conocer qué ofrecen realmente cada uno de ellos y no dejarse contaminar por mensajes vacíos y bulos. Debe de saber diferenciar entre la información y los mensajes tóxicos y manipulados que a menudos inundan las redes sociales. Deben saber que su voto es valioso y puede cambiar la historia de un país, la historia de su vida, su día a día. Porque votar no es un juego de niños, no se debe votar por una 'rabieta'.
Me despido con otra pregunta: ¿Se educa a los ciudadanos para ser responsables a la hora de emitir un voto tan decisivo?
Si (
No(
