Encabeza este artículo la frase que mejor ha expresado a lo largo de la historia el concepto del absolutismo. "El estado soy yo" dijo Luis XIV en Francia para dejar claro que él y sólo él atesoraba el poder y la fuerza en el país galo.
Pero hete aquí que en pleno S XXI, ha llegado Pedro Sánchez y su gobierno para nublar al rey Sol. "El ministro de España tiene que subir", así se expresaba el pasado dos de mayo un "señoro" del séquito del ministro Bolaños, que con tono de machirulo intentaba amedrentar a la jefa de protocolo de la Comunidad de Madrid y en un máximo ejercicio de la condescendencia machista que ahora se llama "mansplaining", espetaba amenazante a una mujer con décadas de experiencia en protocolo la frase, "estáis incumpliendo el Real Decreto". Sujétame el cubata ministro, le faltó decir, que tu subes a la tribuna por mis cojones. Así se comporta el gobierno de España.
Así y aún peor, pues miedo da escuchar a la expedientada y puertollanera ministra portavoz vomitar la siguiente frase, "cuando se ataca a un Gobierno legítimo se está atacando a la democracia". Claro, para su mente totalitaria, hacer labor de oposición, ejercer la lógica crítica al poder, no pasar por el aro del pensamiento único, es atacar a la democracia. Ya no cabe duda que el ideario bolivariano impera en el gobierno y sus socios que incluso abogaron por el uso de la fuerza por parte de los policías escoltas del ministro Bolaños y por encerrar en un calabozo a la funcionaria de la Comunidad de Madrid.
El estado son ellos y sólo ellos, parecen decir, salvo cuando se trata de hacer concesiones a sus socios independentistas catalanales o a los herederos de ETA. Entonces el estado desaparece totalmente, curioso. Y no lo olvidéis, el partido del bolañismo "pormishuevista" es el mismo partido que el de Page o Tita. Intentan disimular, pero el astro Sánchez también es su jefe.
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