Talavera ya no quiere ser Toledo, tiene otra… Meta

La rivalidad entre Toledo y Talavera de la Reina, las dos ciudades más importantes de la provincia de Toledo, ha existido siempre, y no parece que ese ‘enfrentamiento’ –llamémoslo así– llegue algún día a su fin. Los motivos son claros: ambas quieren prosperar. Pero la realidad es que su evolución ha sido bien distinta en las dos últimas décadas. La de Talavera está cambiando y tiene fijada su hoja de ruta. Talavera ya no quiere ser Toledo, tiene otra… Meta.

Toledo ha jugado con la ventaja de ser la capital regional, con lo que eso conlleva: ser sede de las principales instituciones regionales –aunque esto está cambiando– y el consiguiente empleo fijo del funcionariado. Además, Toledo posee una economía rica por su amplio patrimonio, uno de los mejores del mundo, un hecho que es innegable. Pocas ciudades pueden competir con Toledo en este aspecto e, incluso, su cercanía a Madrid y conexiones también juegan a su favor.

Por el contrario, la riqueza de Talavera se ha debido ancestralmente al sector primario, los servicios y algo menos el industrial (primero fue la seda y después la artesanía, gracias a la cual se la conoce mundialmente como la ‘Ciudad de la Cerámica’, cada día más porque sus procesos artesanales han sido declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO).

No es posible obviar que el pesimismo se ha asentado en la sociedad talaverana –y de su comarca–, que siempre ha mirado de reojo el porvenir de Toledo. “Todo se lo lleva Toledo; Aquí no traen nada; Nos tienen abandonados…”. Seguro que estas afirmaciones las han verbalizado en más de una ocasión nuestros lectores.

¿La solución? Dar un giro a la ciudad para lograr un presente y un futuro próspero amparado en la tecnología. El Gobierno de Tita García Élez, junto con el del presidente de CLM, Emiliano García-Page, apostaron por convertir a la ciudad en ‘la Capital Tecnológica de Castilla-La Mancha’. Este cambio ya existe, como se pudo demostrar en el I Talavera Technological Forum organizado por La Voz del Tajo. El Centro Regional de Innovación Digital de Castilla-La Mancha (CRID) es una realidad que alberga a grandes multinacionales; el efecto llamada existe.

Y la otra gran esperanza de Talavera se llama Meta. Hace un año, el 10 de marzo de 2022, la empresa hizo pública su intención de instalarse en Talavera con una inversión multimillonaria –unos 1.000 millones de euros– para crear un macro centro de datos.

El macroproyecto de Meta en Talavera avanza y sigue adelante. Pese a los planes de recorte anunciados por el propietario de este gigante estadounidense, Mark Zuckerberg, la ciudad albergará –casi con toda seguridad– el megaproyecto de Meta, que ya está declarado de Interés Regional (DIR) pero tiene pendiente el paso decisivo de la presentación del Proyecto de Singular Interés (PSI), un paso que hará realidad la nueva Talavera y que se espera que se materialice pronto. Las obras de construcción podrían comenzar a finales de este mismo año, o antes, con la intención de abrir la primera fase en 2025.

Meta crearía unos mil puestos de trabajo directos al año durante la fase de construcción y unos 250 empleos de alta cualificación cuando esté activo el centro. También se espera que el ‘efecto llamada’ atraiga a otras multinacionales de la innovación a la ciudad para consolidar todavía más la nueva vida de Talavera.

Aunque todavía queda mucho por plantar, como en Los Jardines del Prado. Pero eso es otro cantar.