Fíjense ustedes que, a pesar de la crisis que todos sufrimos, esta semana en La Voz del Tajo podemos estar contentos y presumir.
No es nuestro habitual estilo pero motivos –desde luego– sí tenemos. Y nada más y nada menos que por encima del millón de motivos porque nuestro portal digital de noticias
www.lavozdeltajo.com ha superado –sólo en el pasado mes de febrero el millón de páginas vistas, concretamente 1.088.372.
Por eso quiero agradecer enormemente a las personas responsables de nuestra web, un excelente equipo, su esfuerzo y dedicación continua. El seguimiento de nuestros lectores a través de la plataforma digital es prueba palpable de la aceptación del medio en la provincia, la región y allende las fronteras de Castilla-La Mancha donde muchos paisanos/as en la diáspora o simples lectores con curiosidad en lo que aquí ocurre consultan lavozdeltajo.com para mantenerse informados.
De cualquier modo seguiremos trabajando para seguir creciendo porque dicen que en los negocios lo más difícil es hacer el primer millón... a partir de aquí todo se hará con más alegría a pesar de los reveses diarios que da esta profesión y que provoca la situación económica.
La amplia oferta de nuestra web, con videos, opiniones en directo, interacción de nuestros anunciantes e información de variada temática local, provincial, regional y nacional esperamos que sea de su gusto, como lo ha sido en las casi 40.000 ocasiones al día durante el mes de febrero, según la auditoría externa proporcionada por la empresa Digital Orion, S.A.
Por eso estamos contentos y agradecidos a todos ustedes.
Quienes andan nerviosos son los impositores del Banco CCM Liberbank en Las Herencias que han visto cómo desparecían más de 1,5 millones de euros de sus cuentas sin que haya explicación oficial hasta el momento. El director de la oficina está ausente, por el momento, y nada indica explícitamente su culpabilidad pero la investigación se ha puesto en marcha desde la entidad y pronto tendremos respuestas aunque hay que apelar a la calma.
Esa misma calma que tendrán ahora las 80 personas que han abandonado el desempleo en la Ciudad de la Cerámica en febrero, personas con más suerte que las más de 3.000 personas que han perdido su trabajo en la región.
Quien no encontró trabajo, y ya no lo encontrará porque se ha marchado para siempre, es Carlos García Millán. Alguien prácticamente anónimo –para los muchos que os habéis interesado por él– y a quien la vida lo ha tratado muy mal pero que deja dos hijos maravillosos a los que hay que ayudar como sea para que salgan adelante. Y estoy seguro que lo harán. Tú, amigo Carlos, descansa y guíanos nuestro paso.