La plantilla de Mission Foods Iberia de Borox (Toledo) se encamina a la huelga ante la insistencia de su empresa en aplicarles un convenio colectivo impropio de su actividad y de otra provincia. Mission Foods forma parte de la multinacional mexicana Gruma y se dedica a la elaboración de panes planos y productos de harina de maíz típicos mexicanos. Cuenta en Borox con unas 350 personas empleadas en dos factorías, a las que aplica el convenio colectivo de Bollería de Madrid. Y lo hace, además, de forma cuando menos peculiar.
El pasado mes de junio, la factoría borojeña ya vivió un conflicto laboral porque mantenía diferentes condiciones laborales en las distintas secciones de cada una de sus dos centros de producción, a los que denomina ‘Borox 1’ y ‘Borox 2’.
Mientras una parte de la plantilla trabajaba seis días y libraba cuatro, la otra trabaja seis y libraba dos. Aunque la duración jornada diaria era distinta, en cómputo anual la diferencia entre unos y otros se acercaba a las 200 horas; amén de las diferentes condiciones para la conciliación, los diferentes gastos en trasporte y los diferentes tiempos de desplazamiento de unos y otros.
El conflicto suscitado por esta doble escala de jornada laboral se resolvió en Mediación instada por CCOO. En aquel acto, el sindicato ya emplazó a Mission Foods a abordar el problema que supone la aplicación en Borox de un convenio de otra provincia y ajeno a la actividad real de la empresa.
“Planteamos la opción de acogerse al convenio de Panaderías de Toledo, negociando y acordando las adecuaciones que fueran precisas; o bien entablar la negociación de un convenio propio para sus centros de trabajo de Borox”, explica Jesús Roldán, secretario de Organización de CCOO-Industria de Toledo.
“Unos días después, la empresa se comprometió con el sindicato a abordar las negociaciones antes de finalizar el mes de septiembre. Pero el mes se ha consumido sin que hayamos tenido ninguna noticia”.
Ante el silencio de la empresa, el sindicato ha venido a lo largo de esta semana pasada celebrando asambleas en diferentes horarios para escuchar y atender a los trabajadores de todos los turnos. “La conclusión está clara: vamos a dar a Mission Foods diez días más de plazo para que dé señales de vida y se siente a negociar.
En caso contrario, solicitaremos mediación previa a la convocatoria de huelga” “Ni el sindicato ni los trabajadores queremos el conflicto. Fuimos capaces de resolver con acuerdo el problema de la doble escala de jornada; creemos que ese es el camino para afrontar la situación tan irregular que supone la aplicación de un convenio de otra provincia y de otro sector. Esto no se puede prolongar eternamente; si hay que ir a la huelga, iremos a la huelga”.