Desde el mes de mayo se han sucedido varios episodios con temperaturas altas muy inusuales, muchas de ellas ligadas a olas de calor que han batido récords.
Además, los valores mínimos, que se suelen dar durante la madrugada, han sido igualmente extremos y no suelen salir en las portadas, ese a que afectan directamente a nuestro descanso. Los expertos de Meteored reflexionan sobre esta situación para muchos casi insostenible.
Lamentablemente, no podemos dar buenas noticias porque los mapas previstos nos muestran, con ligeros altibajos, que al menos durante la primera quincena del mes vamos a tener que seguir soportando valores parecidos.
En España, las noches más calurosas se producen en verano, cuando las condiciones de estabilidad anticiclónica se intensifican, el calentamiento durante el día es muy eficiente, las noches son más cortas y hay poca circulación del aire.
Estos parámetros se pueden agudizar por otros factores adicionales. Por ejemplo, ocurre cuando la subsistencia calienta el aire disponible junto al suelo, también al producirse la entrada de aire tórrido procedente del norte de África o cuando la población se encuentra cerca de un mar cálido con temperaturas muy altas, como ocurre en el Mediterráneo occidental En las últimas semanas hemos tenidos todos estos agravantes.
Las noches muy cálidas también se dan en grandes ciudades, pero allí muchas veces es el mismo núcleo urbano el que propicia un calor añadido por el efecto de isla de calor. Las urbes obstaculizan el flujo refrescante de las brisas nocturnas, además del asfalto, el tráfico y los edificios que favorecen la retención del calor.