No pueden ustedes imaginar lo fanático que soy del refranero español. Simplemente, me encanta. Y les digo esto a cuenta de las lecturas, todas diferentes como los tonos del arcoíris, que se le quieren dar a los resultados de las elecciones andaluzas de hace unos días. Apunten: No es lo mismo llamar a la puerta que levantare a abrir.
El incontestable y arrasador triunfo de Juanma Moreno alcanzando una difícilmente esperada mayoría absoluta ha dejado a algunos con un palmo de narices y a otros les ha hinchado de helio que terminará por desinflares poco a poco.
Vuelvo con lo de “llamar a la puerta o levantarse a abrir”. Fíjense, hay gente que no ha reparado que Moreno Bonilla partía como presidente y no como aspirante en esta campaña.
Juan Espadas, el candidato socialista, ni era tan conocido como se decía y puede haber pagado su cercanía a Pedro Sánchez, cuya popularidad no pasa por sus mejores momentos.
Macarena Olona, la cabeza de VOX, se ha llevado el peor de los golpetazos, sobre todo en el ego. Esa altivez chulesca, provocadora, insultante a veces, prepotente… se ha difuminado. Y no solo para ella, a la que habrá que preguntar si sigue en Salobreña, vuelve a Madrid o se retira definitivamente a Alicante, sino para el resto de cúpula de VOX que se plantee salir de ruta a las autonomías. Huevos escaldados podemos tener.
Por ese camino, Feijóo, el propio Moreno (incluso Rajoy el otro día en Cuenca) ya han dejado claro que quien ha perdido en estas elecciones han sido los extremos, los de derechas y los de izquierdas y eso no es malo.
Pero, comparemos lo vivido en Andalucía con lo que puede pasar en Castilla-La Mancha dentro de un año. Paco Núñez dice que lo del sur es ejemplo. No, error. Aquí él parte como candidato y Page entrará en campaña como presidente.
El jefe del PP se afana constantemente en unir los designios de Sánchez con el actual presidente de esta región y, que yo sepa, se parecen tanto como un huevo a una castaña.
Y, para terminar, el propio Núñez y su nuevo delfín, Carlos Velázquez, siguen poniendo ojitos a VOX mientras que sus superiores huyen de la fórmula de Castilla y León.
De hecho Feijóo no ha necesitado la abstención del PSOE en Andalucía. Si aquí le toca abstenerse a Núñez porque Page le gane en votos y así se lo indiquen desde Génova, ¿lo hará?