OPINIÓN EN LIBERTAD
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Desde que se filtró el anuncio de la exclusiva entrevista del ex ciclista estadounidense Lance Armstrong con la archiconocida periodista Oprah Winfrey no hubo dudas de que había llegado la 'muerte' de una crónica muy anunciada.
Esta crónica se expresa como reconocimiento de ese dopaje que siempre ha estado revoloteando al lado de su sombra, de la suya y de la de su bici; aunque la Unión Internacional de Ciclismo (UCI) ya hizo efectiva el pasado 22 de octubre la sanción de por vida y lo desposeyó de sus siete títulos del Tour de Francia, logrados entre 1999 y 2005, aceptando de esta forma la propuesta de la agencia estadounidense. De forma provisional, el director del Tour de Francia, Christian Prodhomme, es partidario de que el palmarés de esos años quede en blanco, a expensas de la decisión final de la UCI. En caso de otorgar la victoria a los siete 'segundos' de esos siete años, la delegación española obtendría un entorchado más para Joseba Beloki en el año 2002.
En declaraciones como ésta, se te queda el cuerpo un poco frío y con una sensación contrapuesta. Por un lado, es de agradecer una confidencia pública de este calado, y más con esa voz tenue y afligida, con esas palabras referentes a su hijo, en las que rozó el llanto; y por el otro, te llena de rabia el comprobar cómo todas estas tardes estivales en las que creías haber estado jaleando al 'dios' de las dos ruedas era todo un producto adulterado. La mancha que ahora queda en esta disciplina deportiva tardará en quitarse gracias a algún 'detergente' que reúna el paso del tiempo, un mayor control sobre el dopaje y medidas mucho más efectivas para el fraude. No creo que la solución pase por castigar a todo el mundo del ciclismo, no todos han sido unos 'tramposos', sino crear el marco disciplinario adecuado para que aquellos que se suban a la bicicleta lo hagan como puros competidores y no para creerse 'invencibles' gracias a un añadido químico o farmacológico que les dé 'superpoderes'. Siempre que se destapan escándalos de este tipo son muchas las personas y sectores que se ven salpicados, y no creo que éste sea una excepción, pero tampoco hay que hacer extensible esta culpa a todo el mundo del ciclismo, al menos hasta que un juez o pruebas fehacientes demuestren lo contrario. Pese a todo ello, que mal cuerpo se nos queda a todos los amantes del deporte cuando desde sus propias entrañas llevan a cabo prácticas tan poco limpias. Un mar de dudas es en el estamos sumergidos debido a las noticias que nos rodean estos días, siendo otra perjudicada la clase política. Unas veces son unos y otras veces son otros, ahora le toca al PP, con el caso Bárcenas, el ex tesorero del partido que parece ser que repartió sobres con dinero negro para sobresueldos a cargos del partido y empleados y que contaba con 22 millones de euros en una cuenta en Suiza.