Para muchos la llegada de la primavera transmite felicidad, las temperaturas se suavizan, hay más horas de luz e inevitablemente, se restan días con ilusión para la llegada del verano y las vacaciones. Sin embargo, para otros, se convierte en una etapa difícil ya que aparecen molestias oculares derivadas de la alergia.
En España las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en nuestro país a más de 8 millones de personas que suelen experimentar un incremento de sus síntomas en primavera. No obstante, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), los alérgicos en Castilla-La Mancha se enfrentarán a un periodo de intensidad leve, con valores rondando los 1.000 granos por metro cúbico en provincias como Ciudad Real, Albacete, Cuenca y Guadalajara, aunque en Toledo se espera intensidad moderada con 4.000 granos por metro cúbico.
Y para evitar o al menos aliviar los síntomas de enrojecimiento en los ojos el Dr. Fernando Llovet oftalmólogo cofundador de Clínica Baviera detalla una serie de recomendaciones para reducir y aliviar la alergia ocular:
Evitar el contacto con el alérgeno
Lo primero consiste en identificar el tipo de alergia que se tiene para afrontarla con precisión y de forma efectiva. Lo fundamental es acudir al especialista (alergólogo/ oftalmólogo) para determinar el alérgeno y con ello el tratamiento adecuado.
Mantén una correcta hidratación en los ojos
La sequedad en los ojos puede dar lugar a complicaciones como irritación, picor, incluso escozor. Para mantener la hidratación de los ojos de forma correcta, se puede hacer uso de algún colirio de lágrimas artificiales o un suero fisiológico.
No frotes tus ojos y lava tus manos de forma frecuente
Frotarse los ojos no es recomendable en ninguno de los casos. Aunque lo más importante es tener una perfecta higiene de manos para evitar problemas mayores.
Reduce, en la medida de lo posible, actividades al aire libre
Para los que sufren los efectos adversos de la alergia, se recomienda evitar salir los días de mayor polinización y no practicar deporte al aire libre sobre todo por zonas donde hay mayor vegetación ya que encontraremos una gran cantidad de polen suspendido en el aire.
No te olvides de las gafas de sol
Llevar gafas de sol no solo puede evitar que el polvo y el polen suspendido en el aire entre en los ojos, también disminuye las molestias que produce la luz ya que la conjuntivitis alérgica lleva asociada cierta intolerancia a niveles altos de iluminación.