Tocando las pelotas

No hay nada más que pulular por las redes sociales para darse cuenta de los despropósitos y desmanes de nuestros regidores de ahora, ocupados y preocupados por su futuro y no el de quienes les eligieron. Lo prueban los datos: desde Madrid, siguiendo las consignas en la sombra de doña espe, han comenzado a tocarle los cojones, literalmente, a don Mariano rajoy con el euro por receta; desde un poco más abajo, extremadura, más de lo mismo con el adelanto de la paga de junio a los funcionarios y aquí mismo, en nuestra castilla con Mancha, el combate poliítico se mantiene, mientras aumenta el paro cada mes, en si Page gana más que cospedal o viceversa. ¡Pobre gente! ¿Pobre?

¡Los cojones! Pobres... todos nosotros que asistimos mudos a los desmanes y desvergüenzas de todos ellos. Algo que se seguirá produciendo en los tiempos mientras la mayor parte de nosotros sigamos acudiendo a las urnas para que PP y PSOE, PSOE y PP, se sigan alternando en el uso y abuso del poder de una españa que lo soporta todo. La subida de la luz, del gas, del transporte, del medicamento, la edad de jubilación, los años de cotización... Por cierto, mayor sarcasmo es imposible cuando aquí lo único que se engorda es la pobreza. En fin, que sólo la hija de puta de la Prima de riesgo parece haber iniciado el año con sosiego mientras los del ibeX 35 siguen amasando fortuna y rato escojonándose tras fichar por Telefónica (yo ya me he dado de baja en Movistar por si acaso). Todos los demás caminamos, inexorablemente, al despeñadero conducidos como borregos por la pléyade de inquisidores y recaudadores que siguen teniendo como único objetivo el enriquecimiento personal a costa de los bobos que tragamos con todo. Y de esa forma logran más poder económico, más privilegios y, por desgracia, más poder político. La última prueba evidente, el acuerdo entre 'populares' y socialistas para sacar adelante la reforma del estado; una reforma, les adelanto, en la que nunca tirarán piedras contra su tejado. ¡Ya lo verán! Y ahora que yo diga aquí que hace falta que la mayoría social y electoral elija otro rumbo... pues queda muy bien y poco más.

¿Verdad?