La nueva Ley de Tráfico trae consigo una novedad muy importante para un determinado tipo de automóvil. Los vehículos destinados al transporte de personas y mercancías peligrosas estarán obligados a disponer y utilizar un alcoholímetro antiarranque.
Es una de las medidas más importantes, pues la DGT lo veía muy necesario tras arrojar el dato de que, en 2020, el 48,7% de los conductores fallecidos en España dio positivo en alcohol o drogas.
La medida será obligatoria a partir del 6 de julio de 2022, mientras que, previsiblemente, los particulares y de mercancías no se verán afectados hasta 2024. Eso sí, aunque actualmente los vehículos particulares no están obligados a contar con un alcoholímetro antiarranque, a partir 5 de julio de 2022 todos los coches de nueva fabricación deberán integrar un sistema de conexión para su instalación de acuerdo a la nueva legislación. De este modo, en el momento en que sea obligatorio, el dispositivo podrá incorporarse de forma sencilla y sin coste en todos los vehículos.
Dräger, empresa de fabricación de este tipo de dispositivos, explica su funcionamiento y cómo afectará la integración de los dispositivos antiarranque Interlock en la nueva normativa.
¿Qué son los Interlock y cómo funcionan?
Es un Sistema Avanzado de Asistencia a la Conducción (ADAS) que obliga al conductor a espirar aire en un etilómetro para medir los niveles de alcohol en el aliento. Si superamos la tasa de alcoholemia permitida o no utilizamos correctamente el dispositivo, no podremos arrancar el vehículo hasta pasado un determinado tiempo. En cuanto a su funcionamiento, posee una interfaz sencilla, de tan sólo dos botones. Para su uso, es necesario espirar durante aproximadamente 4 segundos. “Si, por ejemplo, paramos a echar gasolina o el coche se cala, no tenemos que volver a soplar. Además, una de las principales ventajas es que no es necesario cambiar la boquilla cada vez que se utilice”, explican desde Drager.