¿Todavía no conoces el síndrome del impostor? Se trata de un fenómeno psicológico que sufre una persona con una autoestima baja que considera que sus acciones no son meritorias. Todo lo que han obtenido es un fraude y no reconocen su valor personal y sus éxitos. Puede afectar a todas las edades, pero es más común en los adolescentes. Tampoco hay distinción de ámbitos, y puede llegar a producirse en el académico, laboral o familiar.
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La enfermedad es más frecuente de lo que puede parecer; de hecho, 7 de cada 10 personas lo sufren al menos una vez en la vida, asegura a BBC News la doctora Valerie Young, experta en la materia.
“Millones de mujeres y hombres en todo el mundo, desde exitosos directivos de empresas, hasta brillantes estudiantes o actrices, como Kate Winslet, están secretamente preocupados por no ser tan capaces como todos piensan”, comenta Young.
LOS ADOLESCENTES LO PADECEN MÁS
Estos son emocionalmente más vulnerables. Pueden verse presionados en mayor medida que en el resto de edades, para cumplir objetivos, lo cuál es nuevo en su vida. Las posibles causas del síndrome del impostor en los adolescentes serían:
Baja autoestima. Cuánto más insegura la persona más probabilidad de padecer este trastorno. La confianza de una persona se ve trastocada por diferentes motivos, ya sean las opiniones de otros, los fracasos del pasado o los pensamientos obsesivos compulsivos, entre otras posibles razones.
Temor ante lo desconocido. Los cambios nuevos pueden llegar a ser mucha responsabilidad para el adolescente y que, incluso, cometa el error de compararse con otros supuestamente mejor capacitados, según su criterio.
La falta de respaldo familiar. Falta de apoyo y reconocimiento cuando el adolescente consigue algo, además de una posible crítica.
Experiencias negativas. La experiencia también es un factor y los errores o los acontecimientos negativos pueden hacer pensar al joven que no es capaz de conseguir las cosas.
¿CUÁLES SON LOS SÍMTOMAS?
No aceptan elogios. No les gusta los elogios, incluso pueden pensar que la gente está siendo compasiva al elogiarles o decirles palabras de aliento.
Extrema inseguridad. Apreciándose con palabras que así lo indiquen y comparándose constantemente con los demás. Esto los lleva a no aceptar el mérito de sus logros, crear situaciones de autosabotaje y tener crisis de ansiedad, lo que a veces ocasiona que sus relaciones interpersonales se vean afectadas.
Expectativas de fracaso. Todo lo que hagan seguramente va a salir mal, ya que las probabilidades de fallar son muy altas para ellos. Y se torturan con cada mínimo error.
Temor a ser descubierto. Creen que sus éxitos son gracias a la suerte y tienen miedo a qué la gente sepa que no tienen talentos y habilidades.
¿CÓMO TRATAR EL PROBLEMA?
El tratamiento para seguir es una psicoterapia. El primer objetivo es que la persona entienda que padece una alteración de la conducta que le hace estar y pensar de esa manera. A partir de ahí el trabajo consiste en desmontar cada una de las creencias tóxicas del paciente.
Una técnica empleada es el focusing, un ejercicio de concentración en el que te evades los estímulos del exterior y solamente te enfocas en lo que ocurre dentro de tu cuerpo. Se detecta con mayor facilidad los pensamientos negativos y se trata de expulsar estos pensamientos verbalmente en el momento.