No, no voy a ser alarmista, pero tras lo demostrado en las dos últimas jornadas —y deseo profundamente estar equivocado— este CF Talavera, que don Muñiz Fernández y don Víctor Cea han preparado esta campaña, está abocado a sufrir.
El CF Talavera lo intentó de mil maneras, pero no logró el gol
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Y no lo afirma uno por la manita en el Sardinero y el empate de ayer ante el Calahorra. Y es que se conocía de antemano que salvo dos o tres equipos, el resto de los que componen el grupo iban a estar muy igualados. Que los sobresaltos serían una constante en cualquier recinto y que 38 jornadas de competición dejan a cada uno en el sitio que les corresponde. Si las ocasiones de ayer ante los riojanos, in materializadas porque el portero visitante hizo bien su trabajo, sirven de excusa para ser optimistas de cara a lo que resta, resultan a mi juicio un error de bulto. Y trato de explicarlo con datos.
SIN GOL
La plantilla de hoy es muy particular en cuanto a su majestad el gol. No lo tiene. Si hay que confiar en las dotes realizadoras de las incorporaciones ofensivas, que nadie,como el algodón a la hora de limpiar, se lleve a engaño. Dani Pichín materializaba el pasado ejercicio 3 goles en el Sanse; y Cristian Perales sólo 3 en liga regular y 2 en la fase descenso jugando en el Yeclano. Pocos, poquísimos, para ser considerados como goleadores.
Con estos parámetros habrá que seguir confiando en lo que había: el defensa y capitán Góngora —lesionado ayer esperando levedad en su percance— hizo 5 goles y el mediocentro Jon Ceberio otros tantos. Pobre olfato para aspirar a posiciones de privilegio; e insisto en que deseo equivocarme. Y lo tangible no son especulaciones tras sumar 3 y permanecer la mitad de las jornadas disputadas sin mojar. Mientras, lo que hay y que está por demostrarse es la capacidad de los no iniciados.
Adhigibe se distingue más por generar ocasiones que por materializar las y lo vimos ayer; Rodrigo no pudo perforar las porterías de los rivales en la pasada temporada nada más que 3 veces y Pau Russo lleva tres graves lesiones en dos años en los que ha permanecido prácticamente sin jugar. Y tras este somero análisis, los aficionados —que recordemos ya no son los dueños de un club que se rige por el capital privado— ¿tienen esperanzas de poder revertir esta situación? Ahí dejo la pregunta.
PITOS Y ALGO MÁS
No estuve ayer en El Prado —felicitaciones por el merecidísimo detalle con Tomás Rufo—, pero por algún lado he leído que el público despidió con pitos al equipo tras el empate sin goles. No dudo que será cierto, aunque piense que es pronto para tomar este tipo de determinaciones aún siempre soberano y Víctor Cea reconocía, al término del partido ante la prensa, que había habido muchas lagunas durante el choque. En cualquier caso, y ayer mismo, hay ciertos malestares que tampoco me invento. Y no lo digo yo, que luego me llaman antiTalavera. Son las redes sociales propias de la entidad blanquiazul la que denuncian situaciones como las que se apuntan aquí. Uno no va a entrar a valorarlas y menos a dar o quitar razones. Si es falso lo de un tal “Taladenfender SAD”, que los gestores lo desmientan y lo denuncien; si es verdad... que cada cuál apechugue con su responsabilidad. Tan es así que aquí me limito a dejarles las pruebas. Y las hago públicas por si desde los medios habituales hacen el avestruz, porque mañana han de ser cómplices. En su conciencia quede...
CONCLUSIÓN
Mi informe —que sigue a buen recaudo— es mucho más profundo y tiene connotaciones diferentes y hasta puede que de una mayor enjundia por la “oscuridad” que presenta. Pero allá los responsables directos de asuntos —meramente deportivos me refiero— sin aclarar. Y si nadie se lo pide, con su pan se lo coman... Ahora es conveniente pensar en el presente y éste se llama SD Logroñés —justo en mitad de la tabla con un punto más que el Talavera—, que viene de perder 1-0 en Majadahonda con gol de Héctor, que no es el exblanquiazul, al que ha de visitar en el “Estadio Mundial 82” el domingo a eso de las cinco de la tarde. Sólo una victoria quitará preocupaciones a los aficionados y seguidores cerámicos. ¿Rezamos? ¡Bueno si eres creyente...!
Y en el epílogo final la reflexión de nuestro vate el “Ciego del Berrenchín” sobre el asunto del equipo filial... Y como Gandhi hacía esta sentencia, “Se puede confiar en las promesas de la gente sobre cualquier cosa, salvo si se trata de dinero”, el vate se hace la suya propia.
¿Un mal entendido?
Lo de ayer en Cabanillas
-me resuelvan el misterio-
me suenan a pesadillas
y más bien a vituperio.
Que el equipo que es filial
juegue en Guadalajara
y en un partido oficial...
sólo la gente con cara,
los manda sin bocadillo.
Que cada chico pagara
con euros de su bolsillo,
me parece un disparate.
Y un auténtico dislate
incumplir lo prometido.
Pese a ciego he leído
-y aseguro no es invento-
todo lo que aquí yo cuento:
ni un chavo -euro- cobrarán
en toda la temporada
y como mucho, ya verán,
un simple ¡gracias! De nada.
Y ya en el punto y final
pido para “tos” solución,
pues como dijo Alarcón:
“Sé que siempre ha sido
costumbre del mentiroso
de su crédito dudoso
jurar para ser creído”.
Mas me ha dicho el Igroso
que no por hacer más ruido
se convierte en riguroso
lo que fue un malentendido.
¡Feliz comienzo de semana, amigos!