La inenarrable tarde ayer sábado en la plaza de toros de Valladolid, donde nuestro Tomás Rufo adquirió con rotundo éxito su condición de matador de toros al cortar los dos apéndices de cada uno de los toros de Garcigrande, ha tenido una enorme repercusión en los medios digitales.
Trriunfo de Tomás Rufo en su alternativa
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Y aquí les vamos a mostrar los detalles de algunos de ellos.
Como “La alternativa perfecta de Tomás Rufo” titula “El Mundo” con la firma de Gonzalo I. Bienvenida. Ya en su texto el digital “hace memoria” recordando que “Otoño lo catapultó como figura de la novillería por la Puerta Grande. En Vistalegre -con una actuación redonda- y en El Puerto -toreando primorosamente a la verónica- confirmó esta temporada, tras el parón pandémico, sus cualidades privilegiadas para el toreo. En esta tarde de septiembre, se confirmó que las expectativas eran completamente fundadas”.
Y después se centra en lo que fue la tarde, que resume sus dos actuaciones de la siguiente manera: “Tomás Rufo recordará la tarde de su alternativa en Valladolid como el día en el que le salió todo. Entendió con una perfección asombrosa para un toricantano al enclasado toro de Garcigrande que le convirtió en matador de toros. Ya lo cosió a su capote en un preciso quite con el capote a la espalda. La faena fue un impacto. Acompasada desde el inicio, precisa en los toques, estética en todo. Tanto que costaba creer que en una tarde de nervios, de responsabilidad, de presión al lado de dos grandes figuras fuera capaz de torear así, tan despacio como lo hizo. Con la mano izquierda llegaron tandas superiores que brotaron con un trazo muy personal y de cargado aplomo. Supo medir los tiempos, ser variado, esperar al toro para adaptarse a su buen ritmo. La actuación no pudo ser más completa. La espada coronó la obra y las orejas le dieron la bienvenida al nuevo escalafón. Muy de verdad estuvo con el desclasado sexto, un toro al que le faltó humillación y ritmo. Terminó rajándose. Rufo, para poderle, quiso acortar distancias y recibió una fuerte voltereta. Actuación de mucha entrega rubricada con una soberbia estocada (dos orejas). La sensación fue de estar siendo testigos del nacimiento de una figura del toreo”.
El diario ABC comienza su información titulando “La alternativa soñada de Tomás Rufo” y subtitula “Logra una gran faena, corta cuatro orejas y abre la puerta grande con El Juli en Valladolid”.
El conocidísimo crítico Andrés Amoros testimonia que “Desde Domingo Ortega, la escuela toledana se basa en el dominio del toro, la sobriedad, sin adornos innecesarios, y el temple. Por esta senda han ido los Dominguín, los Lozano, Morenito de Talavera, Gregorio Sánchez... Ahora, Eugenio de Mora y Álvaro Lorenzo. Nadie mejor que los Lozano para enseñar este camino.Toma la alternativa Rufo con ‘Campanario’, colorado, 530 kilos, de Domingo Hernández, justo de fuerzas, noble. Lancea templado en verónicas y gaoneras, brinda a su padre. Los muletazos, muy lentos y suaves, entusiasman. Faena grande y medida, rematada con un estoconazo: dos orejas. Al sexto, rajado, le arranca muletazos con gran entrega pero prolonga demasiado y sufre una fuerte voltereta, que se veía venir. Otra gran estocada: otras dos orejas. Pasa al final a la enfermería".
Para concluir Antonio Lorca en “El País” titula: “Los buenos miembres de Tomás Rufo”. Y entre sus líneas asegura que “El futuro no está escrito, pero Tomás Rufo, que ha tomado esta tarde la alternativa, tiene toda la pinta de que va camino de ser una figura del toreo. Sus mimbres son extraordinarios, y si ya sorprendió en su corta carrera como novillero, hoy, en Valladolid, ha demostrado que le sobran condiciones vestido de luces por su claridad de ideas, madurez, sentido del temple, serenidad, hondura y compromiso.
Cortó cuatro orejas; las dos primeras al toro que le aupó al escalafón de matadores, un nobilísimo animal, ante el que dibujó una labor pletórica de buen gusto, despaciosidad y torería. Lo recibió con hondas verónicas, se lució, después, en un quite por gaoneras, y desplegó una sinfonía de templanza y naturalidad en el último tercio. Y acabó con su oponente de una gran estocada”. Y añade, “Y las otras dos ante el toro más soso y malaje del encierro; y entonces se mostró como un torero valiente, técnico y comprometido. Tan seguro estaba de sus posibilidades que se confió en exceso, molestó al animal con sus cercanías y se ganó una tremenda voltereta en tres tiempos que pudo costarle un serio disgusto. Pero ahí quedó la excelente carta de presentación de un joven torero con vitola de figura”.
Para concluir: “En fin, tarde memorable del siglo XXI, de esas que pasean muchas orejas y pronto se olvidan; menos el buen gusto de Tomás Rufo… “.
Ya en el epílogo de la presente información, nuestro Ciego del Berrenchín nos ha dejado lo siguiente:
¡Gracias, Tomás!
(Poema en acróstico)
Trazos personales; y de aplomo.
Ordenado, quieto y desafiante
Muestra su poder al Garcigrande
Al que domina del morillo al lomo.
Sabiduría plena; insultante.
Recogiendo del padrino su percal
Ufano muestra a todos su saber.
Faena plena, la soñada ayer.
Obra maestra; ya tienes tu aval.
Repican las campanas de Pepino.
El cielo sonríe ya en Talavera.
Solera tu toreo ambidiestro.
Inmaculada tu obra, tu destino
No ha de frenarse y en la primavera
Ondeará tu nombre ya de Maestro.