El incendio originado el sábado por un coche averiado en una carretera secundaria en Navalacruz (Ávila), es el peor incendio en España en lo que va de 2021. El fuego se encuentra aún fuera de control, ha calcinado 20.000 hectáreas y causa una nube de humo y ceniza que llega "hasta los Pirineos".
Así se ve el incendio de Navalacruz desde Talavera
Leer más
Este fuego ha sido calificado por los expertos como un "monstruo" cuya llegada ha coincidido con la peor ola de calor del verano. Las llamas se extienden por un perímetro de 80 kilómetros y no han provocado heridos, pero han obligado a evacuar a un millar de vecinos de media docena de municipios, causando también graves daños en infraestructuras y una nube de humo con lluvia de ceniza que alcanza un área de cientos de kilómetros.
Raúl de la Calle, secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, asegura que "el de Navalacruz ya es uno de los peores incendios de todos los tiempos''. "Es el mayor de 2021 y está aumentando. Han ardido más de 10.000 hectáreas de matorral, pasto, pinos y superficie arbolada. Por comparar, el incendio de Gran Canaria de 2019, también muy peligroso por su cercanía a poblaciones y debido a la orografía, quemó 12.000 hectáreas", añade el secretario general.
La nube negra compacta de cenizas de Navalacruz se ha podido visualizar a más de 150 kilómetros de distancia del incendio, acompañada de un sol rojo, el resplandor de llamas y una luz de atardecer infinito. En consecuencia de este fuego, este domingo cayeron filamentos negros del cielo en forma de lluvia en los alrededores de Madrid.
"Lo que cae es ceniza. Es muy raro que las pavesas (que tienen necesariamente que contener material incandescente) lleguen más allá de 100 metros", aclara Raúl De la Calle, "pero la ceniza, como el polvo sahariano, está formada por partículas que pueden viajar a muy larga distancia, tanta como viento haga".
Además, el experto explica que el humo de Navalacruz "ha llegado a los Pirineos", un fenómeno frecuente en los grandes incendios. Raúl ejemplifica esto mediante casos como los fuegos de California, cuyo humo llega hasta Europa, o el humo de los fuegos de Siberia (donde han ardido un millón de hectáreas en las últimas semanas) que ha alcanzado el Polo Norte.
José Joaquín Aniceto, investigación de incendios forestales y coordinador agentes de medioambiente en Andalucía, ha añadido que el fuego, como cualquier fuente de calor, produce movimientos del aire en distintas corrientes, siendo la de mayor relevancia la de convección, la que hace que el humo se eleve.
Raúl de la Calle, secretario de los técnicos forestales, explica que la ola de calor ha aumentado la combustibilidad del fuego, pero culpa de la extensión a la falta de una política forestal adecuada en España. "No se hacen cortafuegos, se abandonan los usos rurales, cada vez hay menos ganado en el monte... eso ayudado de una meteorología muy desfavorable (ola de calor) convierte un fuego en un coche en el monstruo que ahora tenemos", reclama. "Y el verdadero drama ecológico, económico y social comienza una vez extinguido el incendio, cuando es de gran importancia realizar una restauración forestal ágil", añade Raúl.
LA OMS ALERTA DEL RIESGO DEL HUMO
"Es un riesgo para la salud porque los incendios de vegetación generan contaminantes atmosféricos tóxicos en forma de gases y partículas", ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el humo de los incendios.
Las consecuencias del humo son varias y van "desde la irritación de los ojos y las vías respiratorias hasta trastornos más graves, como la reducción de la función pulmonar, la bronquitis, la exacerbación del asma y la muerte prematura", señala la OMS.
De la igual forma, el humo de los incendios forestales también puede contribuir a "una mayor exposición a la contaminación atmosférica a distancias más largas con efectos más a largo plazo". "Las partículas son capaces de penetrar profundamente en los conductos pulmonares y entrar en el torrente sanguíneo, lo que provoca principalmente impactos cardiovasculares y respiratorios", añade la OMS al respecto.
Asimismo, insisten a los ciudadanos en que deben "evitar la exposición al humo de los incendios forestales en primer lugar". "Permanezca en el interior si es seguro. Durante estos episodios de alta contaminación, todas las personas, especialmente las de riesgo, los niños y los ancianos, deben permanecer en el interior en la medida de lo posible y evitar la ventilación directa con el aire exterior'', finalizan.