El periodista Carles Francino ha regresado este lunes a presentar el programa que dirige en la Cadena Ser, 'La Ventana', tras estar o apartado de las ondas cerca de dos meses por culpa de la Covid-19.
El periodista catalán, al que se le rompió la voz de la emoción en varias ocasiones, ha recordado cómo fueron esos momentos: “Las pasé canutas, sobre todo durante 48 horas en las que los indicadores eran malos, incluido un ictus del que, afortunadamente, parece que no me ha quedado ninguna secuela”.
"Ingresé con la fiebre alta y el ánimo y el oxígeno muy bajitos. Incluso sufrí un ictus del que parece que afortunadamente no me han quedado secuelas. Perdí 6 o 7 kilos y la voz", explicó a los oyentes.
Con la voz entrecortada comentó que su contacto estrechó falleció el pasado 12 de abril y que otra se está recuperando lentamente tras pasar casi un mes en la UCI. "Mi mujer y mis hijos pequeños también sufrieron el ataque del covid, aunque con menor virulencia".
"¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios? ¿Dónde han quedado aquellos aplausos a las ocho de la tarde?", se preguntó. "Todos los homenajes, los agradecimientos… se quedan cortos".
"¿Cómo no van a cabrearse los sanitarios viendo lo que se ha visto durante este fin de semana?", reflexióno, en relación a los botellones en las calles de este fin de semana.
📹La verdad es que no sé qué decir. Escuchad a Francino, que hoy ha vuelto y nos ha partido el alma a todos con unas reflexiones que son para tomar nota. Y para llorar, claro que sí, para llorar también. Porque "este puñetero virus" es así.