La “cagaste” Florentino

La eclosión de la Superliga que doce clubes europeos han ideado con miras a ponerla en marcha este mismo verano ha muerto. Y lo hace apenas 48 horas después de que fuera anunciada -el embrión viene de al menos tres años atrás- en un comunicado con nocturnidad y alevosía -¿Qué temores podían tener?- y su presidente, Florentino Pérez, la explicara en el programa de Pedrerol -El Chiringuito de Jugones- durante la madrugada del lunes al martes. Los ingleses han sido los primeros en caerse -aunque realmente los alemanes y el PSG ya lo habían hecho con anterioridad al no secundarla- tras las presiones del gobierno y la corona británica. El efecto dominó no ha tardado en llevarse a los tres italianos y hace apenas unas horas lo ha hecho el Atlético de Madrid. Quedan Barça y Real Madrid; o lo que es lo mismo, Laporta y Florentino. El RIP es impepinable. ¿Pero qué ha ocurrido?
Lo intento explicar a mi manera sin pretender aminorar el lógico deseo de los clubes de la importancia que la Superliga pudiera tener para ellos; dicho de otra manera, desde el monto económico que sin lugar a dudas es cuantioso y jugoso. Dirán algunos de ustedes que el peso de la FIFA, UEFA o las Federaciones y Ligas de España, Inglaterra e Italia han tenido mucho que ver con sus presiones para tumbar el proyecto. No lo discuto, pero no tanto como pudiera suponerle, por ejemplo, al presidente del Real Madrid, que blindaba ante el ruido mediático su proyecto ante un juzgado en base -dicen- de estar alineado con la legislación y normativa europea. Ni entro ni salgo, solo quiero explicar los motivos de su fracaso. Y en este orden los quiero enumerar:

PRIMERO

Un proyecto de este calado en un deporte que se inicia en 1863, año de fundación de la Asociación Inglesa de Fútbol, no puede esgrimirse con el principal argumento de “salvar el fútbol actual”. Esta afirmación es totalmente falsa por mucho que se quiera “culpar” a la pandemia de las pérdidas de los clubes de fútbol. El problema viene de mucho tiempo atrás cuando comenzó a dilapidarse el dinero con contratos astronómicos a los profesionales y a pagar millonarios traspasos por algunos de ellos. Ésa, y no cualquier otra “argucia”, es la principal causante de las deudas de muchos de ellos. Ya dije en su día -y se puede leer aquí: https://www.lavozdeltajo.com/noticia/54716/deportes/futbol--reflexiones-sobre-el-sueldo-de-messi.html - algo como que “nadie en el mundo laboral -insisto, asalariado- debería ganar más que el funcionario mejor pagado del mundo global, ajustado esto al país o estado donde se reside. Y trasladado a España, el título le corresponde al rey Felipe con 253.850 euros anuales. Pues sí, y aunque les suene a locura por mi parte, nadie en este país con la condición de trabajador por cuenta ajena -que no confundir con empresario o patrono- debería superar ese sueldo anual. Otra cuestión, muy distinta, es que luego a Messi, o cualquier otro deportista, se le pague por objetivos individuales o colectivos, derechos de imagen, publicidad, eventos, etc. Aquí, la ley de la oferta y la demanda o el negocio empresarial que decida la cuantía, por lo que si a resultas es supermillonaria nada se le debería de objetar. Al menos yo no”. Es la cruda y pura realidad que ha llevado a esta situación y no las “mentiras de Florentino”, de las que me ocuparé en el último punto.

SEGUNDO

Intentar pone en marcha un proyecto como éste sin contar con las administraciones actuales que gobiernan, o si lo desean, mal gobiernan, el fútbol creando algo paralelo sin ajustarse a la reglamentación establecida por todos los implicados, independientemente de que lleven razón en los procedimientos poco democráticos y nada transparentes de FIFA, UEFA, federaciones o ligas respectivas, es “quitarte a ti para ponerme yo”. Cambiar esto, que yo sepa, lleva o tiene unos procedimientos aceptados por los que ahora se quejan de los mencionados organismos. No todo vale, amigos de la Superliga y menos cuando la introducción del proyecto, pasa a ser el epílogo del mismo. Primero he de barrer mi casa y después la de los demás, que se diría. Y lo ejemplarizo. No se puede hablar de falta de trasparencia de FIFA o UEFA -por ejemplo- sin conocer señor Florentino cuánto cobrar el señor Sánchez -su director general-, el señor Butragueño - Director de Relaciones Institucionales de su club-, el señor Zidane -entrenador del primer equipo- o cada uno de los integrantes de su plantilla. No, señor Pérez. Sus argumentos se vienen al suelo, que en el caso de la “SOLIDARIDAD” no se lo creen ni el que asó la manteca; o sea, ni el Torpedo 66, el Calera, el Gerindote o el CF Talavera…

TERCERO

Y si hasta ahora todo lo expuesto, aunque resulte pesada su lectura, no tiene relevancia comparado con la principal cuestión, que no es otra que la deportiva. Lo digo porque el “derecho de pernada” que se arrogan los 12 clubes fundadores no ofrece la principal condición del DEPORTE que no es otra que “la disposición en la práctica de un juego o actividad con la que se evalúa el juego de los participantes, denominada competencia deportiva”. Ésta es la clave, sin duda, de su fracaso señor Florentino Pérez. Una competición sin evaluar y premiar la actividad ya no se da ni en los patios de los colegios a la hora del recreo. Y se lo resumo así: “el fútbol es para el acceso de todos y para que todos un día determinado puedan hacer algo grande”. Y esto se conoce como “los valores del esfuerzo y mérito deportivo”, que pudiera ser para Recre, Cádiz o Granada y no siempre para Madrid, Juve, Barça o Bayern Munich.

Y CUARTO

Mentiras NO, señor Florentino. Ni una más. No puede ir usted diciendo por ahí que los jóvenes entre 18 y 24 años “pasan del fútbol y se dedican en sus tiempos de ocio a otras plataformas”. NO y otra vez con rotundidad. Mentiras NO. Si estos jóvenes no ven fútbol o no van al fútbol es porque no disponen de los recursos económicos necesarios -60 o 70 euros semanales- para poder acudir al Bernabéu, Wanda o Camp Nou. Y no es porque pasen del fútbol. Pongan un precio razonable a las entradas y allí los verá cada día de partido. No engañe a la opinión pública con mentiras; no pague esas cantidades desorbitadas por los traspasos o los sueldos; no pretenda hacer un fútbol solo de ricos… Y le pregunto de llevar a cabo esos millones de los que hablaba para repartirse ¿cuánto nos costará ven esa Superliga en las plataformas de las televisiones de pago? Se lo digo yo: más del millón y medio de españoles que cobran 31,66 euros/día o 950 euros/mes seguro que no podrían.
Mal le han pintado las cartas y ya sabe “ave de pluma, el que la coge es suya”. Se le ha escapado esta vez. ¡Inténtelo de nuevo, que en esta ocasión no ha sido buen gallo…! ¿Porque sabe el refrán, no? Pues se le digo: “Cada gallo canta en su gallinero, y el que es bueno, en el suyo y en el ajeno”. ¡Buen día amigos!