La selección española masculina de balonmano, los Hispanos, cerró este domingo su gran actuación en el Mundial de Egipto con una brillante medalla de bronce después de vencer con autoridad a Francia, uno de los ogros del balonmano mundial, por 35-29.
El éxito de los Hispánicos tiene mucho color castellanomanchego, ya sea por la calidad de los jugadores como del equipo técnico: como el preparador físico puertollanero, Jesús Rivilla.
Y es que los hermanos Álex y Dani Dujsebahev fueron los pilares en los que se apoyaron los Hispanos en el juego ofensivo en este campeonato; Gonzalo Pérez de Vargas estuvo sublime en la portería; Rubén Marchán lo dio todo en el terreno de juego; y el toledano Jorge Maqueda, sublime durante el campeonato, supo leer cómo conquistar el bronce: “La experiencia nos enseña que el bronce es para el equipo que antes se recupera de la derrota de semifinales”. Y la medalla llegó.