La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha avanzado que ya son más de mil personas las ingresadas en dependencias hospitalarias de la región por coronavirus, y 118 camas de Unidad de Cuidados Intensivos se dedican a esta patología, más de la cuarta parte del total disponible.
En una entrevista con la Cadena Ser recogida por Europa Press, ha avisado ante este escenario de que al Gobierno "no le temblará el pulso" a la hora de tomas las medidas que sean necesarias para atajar el avance del coronavirus.
Así, el confinamiento domiciliario "no es descartable" pero "hay que intentar evitarlo" para no lacrar la economía. En todo caso, en la región ya se están tomando "medidas muy restrictivas" como en la provincia de Ciudad Real.
Son medidas que, "si se cumplen, van a dar resultado", pero "nada es descartable ante un virus que se expande como la pólvora".
Eso sí, este confinamiento domiciliario debería ser decidido, en su caso, en el seno del Consejo Interterritorial de Salud; a lo que ha sumado que, seguramente, en el caso de ponerse encima de una mesa esta debería ser la de la Conferencia de Presidentes.
"Lo que tenemos encima de la mesa es lo que tenemos encima de la mesa, no nos ponemos en otro escenario. Nuestra capacidad es poner medidas restrictivas y es lo que estamos haciendo. Limitar la movilidad y los contactos es esencial. Ya tenemos la vacuna, es cuestión de esperar unas semanas, quizá unos meses", ha apuntado Fernández.
Lo importante ahora es "salvar vidas", por lo que ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a tener una "responsabilidad al cubo y en mayúsculas" siendo estrictos en el cumplimiento de las normas ante una subida de la curva que "asusta".
De otro lado, la portavoz gubernamental ha considerado que Castilla-La Mancha está afrontando la campaña de vacunación "de manera muy acertada", toda vez que después de finiquitar las primeras dosis en el personal sanitario se comenzará con las plantillas docentes dentro de la estrategia autonómica.