A la Covid-19 y Eulalia
¿Vencer a la pandemia una quimera?
¿Traerá Eulalia otra vez un blanco día?
Preguntas que hago yo y esta alma mía
al ver la desazón que reina en Talavera.
Presiento que hogaño, otro año más,
nadie podrá disfrutar la primavera,
so pena que un milagro sucediera
y deje al maldito bicho bien atrás.
Cansado estoy ya de tanta muerte.
Ahíto sí, de exigir guardar distancia.
Y fatigado de ver hoy a mucha gente,
que exhibe por la calle su arrogancia,
tatuada sin pudor sobre su frente
cuando pasa ante él una ambulancia.
A Toledo y Madrid
Este combate en inoportuna guerra
está acabando hoy con tanta gente,
que ni fuerzas tiene ya el valiente
de luchar… Y sólo a Dios se aferra.
Y ahora encima ya ni queda tierra.
La ha fundido en hielo de repente
una vil tormenta, o una serpiente,
de la nieve que al asfalto entierra.
Parece cada día el fin del mundo.
Y Madrid o Toledo no nos miente
al ser de tanto hielo prisioneras.
¡Que sean ya, Dios, las primaveras!
¡Que salga el sol febril y furibundo
que de nuevo sus calles recaliente!
Texto: El Ciego del Berrenchín