El autor material del robo se entregó voluntariamente y dijo ser el único responsable de los hechos. La investigación reveló que el atracador tenía dos cómplices, que se hicieron pasar por clientes. A las pocas horas de cometer el delito, los tres se alojaron en un hostal de la costa donde pasaron el fin de semana
La Policía Nacional ha detenido en Toledo a tres jóvenes como presuntos responsables de dos robos con intimidación cometidos el mes pasado en varios establecimientos de la capital, uno de ellos a mano armada. El autor material de los hechos, que se entregó en dependencias policiales, dijo haber actuado en solitario, pero la investigación reveló que había contando con dos cómplices que se hicieron pasar por testigos de los hechos. Durante el mes de agosto se produjeron en Toledo dos sucesos que estaban siendo investigados por la Policía Nacional: el primero de ellos, tuvo lugar el 12 de agosto cuando dos individuos entraron en un bazar situado en la zona del Polígono y trataron de llevarse la recaudación del establecimiento amenazando al dependiente con un cuchillo. Dos días después, un varón accedía a un estanco y, amenazando a dos clientes y al responsable del negocio, huía con cerca de 1.400 euros.
Apenas habían pasado quince días desde que tuvieron lugar estos hechos, cuando se personó en la Jefatura Superior de Policía Nacional un joven de 18 años que decía haber cometido de ambos delitos, aportando a los agentes numerosos detalles que sólo podía conocer el autor. Además, hizo entrega de la ropa que vestía cuando perpetró el atraco, así como del arma de fuego, que resultó ser simulada. Sin embargo, los investigadores apreciaron algunas incoherencias en la forma de actuar de los testigos del segundo atraco, por lo que continuaron realizando comprobaciones para determinar si estaban implicados. Estas gestiones les condujeron hasta un hostal situado a orillas de la playa de la capital valenciana en el que tanto el joven atracador como los dos supuestos testigos que presenciaron los hechos se alojaron apenas cinco horas después de cometer el delito. Por este motivo, los agentes