Desde hace meses corría el rumor en la toledana localidad de Calera y Chozas acerca de unos presuntos abusos sexuales en las personas de varias mujeres, algunas de ellas trabajadoras temporales del Ayuntamiento.
Toda esta rumorología ha desembocado en una investigación desarrollada por la Guardia Civil que culminaba este lunes, 3 de agosto de 2020, con la detención de uno de los alguaciles del municipio, el cual fue puesto a disposición judicial en la mañana de hoy martes y al que se le podría imputar un presunto delito de abuso o agresión sexual, dependiendo de lo que se desprenda de la investigación que hay en curso.
Según fuentes externas a las que ha accedido La Voz del Tajo, el investigado ha quedado libre tras su comparecencia en sede judicial con una orden de alejamiento hacia las presuntas víctimas mientras permanezca abierta la investigación.
La información proporcionada a este periódico por esas mismas fuentes indican que los hechos investigados podrían haberse producido sobre cuatro mujeres, entre las que habría alguna trabajadora de los planes de empleo e, incluso, el investigado podría haberse valido de su posición dominante como representante de la autoridad.
Hay que distinguir que el abuso sexual aparece regulado en nuestro Código Penal en el artículo 181, 182 y siguientes y se refiere a “el que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como responsable de abuso sexual”, mientras que la agresión sexual está tipificado en el Código Penal dentro de los artículos 178, 179 y 180 y lo define como: “El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o intimidación”.
El delito de abuso se castiga con pena de PRISIÓN de 1 año (o MULTA de 18 meses) hasta PRISIÓN de 6 años y el de agresión, dependiendo de una serie de circunstancias, con pena de PRISIÓN de 1 año hasta PRISIÓN de 15 años.
La principal distinción entre el delito de abuso sexual y el delito de agresión sexual es que en este último la voluntad del autor se impone por la fuerza.