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COVID-19 | Un informe del Ejército asegura que “se tardará entre un año y un año y medio en volver a la normalidad”

Efectivos de la UME en la labor realizada en Talavera de la Reina
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Efectivos de la UME en la labor realizada en Talavera de la Reina

El documento se ha denominado “Informe cualitativo predicción epidemia largo plazo” y advierte que “el mayor peligro en el futuro serán las aglomeraciones”

sábado 09 de mayo de 2020, 11:21h

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España “tardará un año o año y medio en recuperar la normalidad”. Esa es una de las advertencias que aparecen en una nota informativa de la Jefatura de Sistemas de Información, Telecomunicaciones y Asistencia Técnica (JSICAT) del Ejército de Tierra cree que ha sido difundida ya por varios medios de comunicación.

El documento se ha denominado “Informe cualitativo predicción epidemia largo plazo” y en cuanto a la inmunidad reconoce que “ninguna vacuna que haya seguido los protocolos occidentales de ensayos clínicos” podrá estar disponible antes de enero o febrero de 2021; El coronavirus no desaparecerá, pero la inmunidad adquirida por los individuos contagiados, los muy posibles tratamientos eficaces que se descubran y la futura vacuna, determinará que los problemas que surjan sean mucho menores” y “que ninguna vacuna ofrecerá un 100% de protección”.

Este informe habla de “largo plazo” en su predicción y que “Habrá dos oleadas más de epidemia. En verano descenderá el número de contagios. El calor ralentizará la expansión, pero no la detendrá completamente. Habrá una segunda ola de COVID-19 al final del próximo otoño. Posiblemente esto mismo se repita en el invierno siguiente. Dado que existirá un mayor nivel de inmunidad social por el presente brote, que se dispondrá de más medios y se reaccionará más rápido, se espera que la intensidad de esa segunda ola sea menor. La posible tercera ola estará ya muy disminuida por disponer desde el principio de vacuna y tratamientos”.

Respecto al primer estudio de seroprevalencia de la COVID-19 que se está realizando en toda España, afirma que “se hace precisamente para conocer los resultados que permitan conocer qué fuerza que tendrá la segunda ola, en el sentido de tener la información sobre cuánta gente queda por infectar. A mayor número de contagiados en la ola actual, menor capacidad de propagación en la siguiente. Y en cualquier caso, si no hay muchos contagiados, la segunda ola no será tan extensa ni letal como la primera, porque enseguida se tomarán medidas de confinamiento fuertes y habrán mejorado los medios y tratamientos.

Por tanto, “se tardará entre un año y un año y medio en volver a la normalidad”, concluye, mostrando una gráfica en la que se aprecia la curva del actual brote, una curva por debajo de la mitad de la actual prevista entre diciembre de 2020 y febrero de 2021 y otra más leve entre diciembre de 2021 y febrero de 2022.

Hace también una comparativa sobre los coronavirus asegurando que “El SARS-COV-2 no es de los virus que presentan mayor rango de contagio como pueda ser el sarampión” abundando en que “El SARS-COV-2 es muy parecido al SARS de 2003, ambos coronavirus respiratorios. El de 2003 fue más severo y de mayor letalidad. La diferencia con el actual es que éste contagia antes de dar síntomas en tanto que el anterior contagiaba después de darlos, lo que dificulta enormemente la contención”.

En cuanto a otras consideraciones se apunta que:

“a. El problema no es tanto el número de casos severos o muertes, sino que se acumulen todos a la vez de nuevo y colapsen los servicios sanitarios.

b. El aislamiento no ayuda a detener la expansión, pero sí a ralentizarla.

c. La idea fundamental para el Ejército es que se debe vigilar y estar preparados para la siguiente ola.

d. Para la autoprotección, la OMS y los EEUU recomiendan la mascarilla N 95, cuyo porcentaje de protección correspondería a la medida europea que se encuentra entre las mascarillas auto filtrantes FFP2 (92%) y FFP3 (98%) europeas. Y sólo se pueden reutilizar si contienen una “R” en su designación. Otras, las mascarillas quirúrgicas habitualmente utilizadas en el ET, sirven para proteger a otros si la persona que la porta está contagiada, pero no sirven en absoluto para protegerse del contagio. El problema es la falta de disponibilidad en España de las FFP3. Para dicha autoprotección son también necesarias gafas.

e. Sería extremadamente importante disponer de una aplicación de teléfono móvil de control contactos para próximas oleadas.

f. Las medidas de confinamiento ayudan a quitar fuerza a la epidemia, pero no van a terminar con ella.

g. El mayor peligro en el futuro serán las aglomeraciones”.

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