Los más de 13.000 musulmanes que residen en Castilla-La Mancha se están viendo afectados por el cierre de las mezquitas que, provocado por el coronavirus, les impide reunirse al final del ayuno diario que establece el Ramadán. Por ello, están haciendo uso de las redes sociales para mantener esas relaciones comunitarias tan importantes en este periodo de ayuno, oración, reflexión y comunidad que se inició el 24 de abril.
"Es la primera vez en la historia que los musulmanes vivimos este mes sagrado en confinamiento. Nos falta estar en comunidad dentro de la mezquita, pero seguimos estudiando y rezando en familia y, gracias al WhatsApp y otras redes sociales, se han organizado grupos en los que uno recita los versos del Corán y otros escuchan".
Así lo ha indicado a Europa Press, el presidente de la coordinadora de Mezquitas de Castilla-La Mancha, Mohamed Bouzarad, que ha precisado que aunque no se puede llegar al cien por cien de la comunidad musulmana "hoy en día casi todo el mundo tiene acceso a Internet" y al igual que "hay muchos curas que están ofreciendo misas online", ellos también mantienen contacto virtual.
A través de las redes sociales también se están proyectando actividades para los más pequeños que, ante la ausencia del colegio, están conociendo de manera más intensa lo que este periodo de purificación, que finalizará el 24 de mayo, supone para los musulmanes. A ellos se les ofrece clases de árabe.
Pero los cerca de 50 espacios que hay en la región habilitados como mezquita no son solo lugares destinados al rezo pues, según ha precisado el presidente de la coordinadora de mezquitas de Castilla-La Mancha, también sirven para conocer y atender las necesidades de esta comunidad, que se han visto incrementadas a causa del parón económico provocado por el COVID-19.
En este punto, Bouzarad se ha referido a la comunidad musulmana del Centro Islámico La Paz, situada en Santa María de Benquerencia, que ha recaudado 1.650 euros para contribuir a mejorar la salud comunitaria de este barrio toledano, fruto del Proceso Comunitario Intercultural que desde hace cinco años se desarrolla en esta poblada zona de la capital regional y que, entre otras cosas, ha permitido mejorar la convivencia.
Concienciado de que en estos momentos de incertidumbre es necesario seguir atendiendo a las familias que acuden a dicho centro en busca de ayuda, Bouzarad, que también es secretario del Centro Islámico La Paz, ha indicado que llevan dos semanas repartiendo alimentos a familias en situación de vulnerabilidad, respetando las distancias de seguridad para evitar los contagios. "Aunque no podemos atender a todos, porque los recursos son escasos", se ha lamentado.