La red hospitalaria pública de Castilla-La Mancha amanece este viernes por primera vez desde el pico de la crisis con más de mil camas libres, después de experimentar una mejoría sobre todo en la tasa de pacientes que acaban ingresando tras su paso por urgencias.
Según datos consultados por Europa Press y facilitados por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, en una semana se ha aliviado la presión asistencial hasta contar solo 2.575 pacientes ingresados, lo que supone 609 menos que hace siete días.
Eso facilita que, además de estar a la espera de los respiradores procedentes de Turquía, siguen sumando los disponibles.
En concreto, 28 de cada 100 pacientes que pasan por urgencias acaban requiriendo ingreso hospitalario, tasa que en las jornadas más dramáticas llegó a rondar el 60%.